Doce grandes clubes de fútbol europeo acordaron crear una nueva Superliga continental, iniciativa que rápidamente se convirtió en blanco de críticas por parte de la FIFA, la UEFA y las ligas nacionales, así como por parte de líderes políticos.
De acuerdo con un comunicado oficial, emitido el pasado domingo, la nueva competición cuenta de momento con 12 clubes fundadores: Atlético de Madrid, Real Madrid, Barcelona (España), Milán, Inter, Juventus (Italia), Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham Hotspur (Inglaterra). Se planea que otros 3 equipos más se unan, mientras que otros 5 adicionales se clasificarían anualmente basándose en sus resultados durante la temporada anterior.
Los partidos de la Superliga empezarían en agosto y se jugarían a media semana, lo que permitiría a los clubes participar también en sus ligas nacionales. Los equipos serían divididos en dos grupos de diez, que celebrarían partidos de ida y vuelta. Como resultado, los tres mejores equipos de cada grupo se clasificarían automáticamente para cuartos de final, mientras que los que finaliazaran en cuarta y quinta posición jugaría una eliminatoria a doble partido para decidir quién ocupa los restantes puestos en la ronda.
La final de la liga tendría lugar en mayo en una sede neutral.