Hoy es el segundo Paro Nacional de Mujeres, que surge con el propósito de la idea de visibilizar el rol de la mujer en el sostén de las actividades cotidianas.
Hace un año, el paro genero un impacto económico que ascendió a más de 30,000 millones de pesos, 15% más de lo que se tenía previsto.
Muchos hombres que se presentaron a sus centros de trabajo se vieron rebasados y muchos establecimientos tuvieron que cerrar temprano, el transporte público estuvo semivacío y el tráfico vehicular disminuyo considerablemente.
Las razones que nos motivaron para manifestarnos ayer y que nos llevan a parar hoy son muy claras: las mujeres sufrimos el 91.8% del hostigamiento sexual, y a pesar de trabajar más, ganamos hasta 33% menos que los hombres en México.
Por lo que respecta a las cifras de violencia, en el país son asesinadas 10 mujeres todos los días y las víctimas principales son las más jóvenes, lo que derivó a que en 2020 se registraran 940 casos de feminicidio. Además, el 93.6% de los delitos que se comenten contra nosotras no fueron denunciados o no se procedió con una averiguación previa.
En el mundo digital tampoco nos salvamos, según cifras de la CNDH el 40.3% de las mujeres víctimas han recibido en sus redes sociales insinuaciones o propuestas sexuales, el 35.3% fueron contactadas mediante identidades falsas, y 33.9% recibieron mensajes ofensivos.
Otra de las violencias que no se ven es aquella que sufren las mujeres periodistas, que entre 2002 y 2021 han recibido 898 agresiones y entre ellas 19 casos de feminicidios.
Si bien este este Paro Nacional nos encuentra en pandemia, es un símbolo de memoria, exigencia de derechos y de lucha para visibilizar las violencias que vivimos las mujeres todos los días.
Así que vale la pena recordar las mujeres que participaron ayer en la marcha y/o en el paro el día de hoy, sólo están ejerciendo su derecho humano a la libertad de expresión. No las discriminemos cuestionando sus motivos y razones