Por Augusto Hernández Abogado
“El paso de la utopía a la ciencia y de la ciencia a la acción.
La fundación de una clase dirigente
equivale a la creación de una concepción del mundo.”
Antonio Gramsci
El pasado 12 de mayo se llevó a cabo el segundo debate entre la candidata y los candidatos a la gubernatura de Hidalgo, teniendo como sede el municipio de Huejutla.
Uno de los tres temas a debatir fue el de Derechos de comunidades y pueblos indígenas. Significativo sin duda, ya que la región de la huasteca concentra uno de los mayores porcentajes de población indígena en el estado.
Datos proporcionados por el INEGI en el Panorama Sociodemográfico de Hidalgo 2020, arrojan que en el estado de Hidalgo, el 12.31% es el porcentaje de población hablante de lengua indígena, mientras que en la región huasteca, supera el 50% de la población.
Por ello el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo, como un ejercicio único en el país, desde el año 2020 se ha garantizado la celebración de debates en lenguas maternas, así como se han realizado las transmisiones en vivo con traducción a lenguas maternas, cuando se han realizado en castellano.
El uso del lenguaje es fundamental para la comprensión del mundo, piense en lo complicado que resulta “pensar en español” para poder traducir, así sean algunas palabras a otra lengua, mientras se sostiene o pretende sostener una plática. La manera de nombrar al mundo es la manera en la que lo conocemos e interactuamos con todo lo que hay en él.
Los debates electorales, se definen como actos públicos que se realizan únicamente en periodo de campañas electorales, en los que participan dos o más candidatas y/o candidatos, que buscan ocupar el mismo cargo de elección popular, dentro del mismo proceso, con el objeto de exponer e intercambiar y opiniones, a partir de una ideología o plataforma electoral, bajo un formato previamente establecido, a fin de difundirlos como parte de un ejercicio democrático, el cual debe guardar el orden, promover la equidad, la igualdad, respeto e interculturalidad; sin que afecte la flexibilidad de los formatos.
Si bien por razón del formato y de tiempos del propio debate, es muy complejo aspirar a conocer a profundidad, lo que pensarían hacer en materia de derechos indígenas, sin embargo, por lo menos hubo elementos que se asomaron.
Menciono dos que más llamaron la atención. 1) La falta de claridad conceptual sobre los derechos indígenas y, 2) La imprecisión de datos porcentuales sobre población indígena en Hidalgo.
Dos candidaturas (coalición y candidatura común), señalaron que 11% de la población hidalguense era indígena, una más refirió que la población indígena era del 36% y una candidatura más, no mencionó dato alguno.
El INEGI presenta diferentes datos sobre etnicidad para Hidalgo, por ejemplo, difunde uno por “autoadscripción indígena” (36% para Hidalgo), otro por “hablantes de lenguas maternas” (12.31% para Hidalgo) y uno más por hogares indígenas.
Es muy importante para quien utiliza datos estadísticos (más cuando se aspira a gobernar un estado), identificar cada uno de los criterios que integran cada dato ofrecido. Existe consenso en estimar que el criterio de hablar la lengua, no debe ser el único para considerar a una persona como indígena, pues basta el autoreconocimiento para hacer vigentes derechos indígenas.
Confiemos pues, en que el 25% de la población indígena de Hidalgo a la que invisibilizaron dos candidaturas, no lo sean en el diseño de las políticas públicas por venir r
@hdez_abogado