El hostigamiento y el acoso laboral, da pie a un ambiente de violencia y pérdida de la motivación entre los trabajadores, lo que va en detrimento de la productividad; pero lo más grave es que sus efectos son arrastrados por parte del trabajador hacia sus hogares, manifestó el diputado de Morena Otoniel García Montiel.
Este fenómeno, llamado “mobbing”, representa violencia laboral y esta misma tiene como víctima a la población trabajadora de nuestro país y se traduce en un problema de salud, productividad, económico y de seguridad pública.
Dijo que además, esto se traduce en ausentismo, baja calidad de los productos y servicios, renuncia de trabajadores, desprestigio de la organización, empresa o institución debido al ambiente laboral hostil
El legislador, quien plantea reformas al Código Penal Federal para sancionar la violencia laboral, indicó que la Organización Mundial de la Salud reconoce el derecho de toda persona, a un mundo laboral libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género.
Por ello, considero que en México se deben implementar leyes y políticas necesarias para prevenir y abordar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
El legislador morenista destacó que los centros de trabajo son afectados por este fenómeno del hostigamiento y acoso laboral, y que los principales en padecer en sus experiencias diarias, son los propios trabajadores, sin embargo, a pesar de que los costos son elevados en lo económico, son más difíciles de calcular los costos psicológicos.
“Es importante escuchar las voces que desde la misma Organización Internacional del Trabajo han surgido en el sentido de que urge enfrentar el problema de la violencia laboral mediante adecuaciones en lo nacional e internacional, a los marcos jurídicos pues se calcula que, a escala mundial, actualmente más de 10 por ciento de los empleados sufren acoso laboral”.
Destacó que el estrés por el acoso laboral, desencadena un gran cuadro de enfermedades, produciendo hasta una pérdida de producción de 42 por ciento a las empresas, provocando pérdidas millonarias y es el costo de 4 % del PIB aproximado.