Luego de la quema de colchones afuera del ayuntamiento de Tula de Allende, en protesta por la probable corrupción en el ayuntamiento que encabeza el edil Manuel Hernández Badillo, el gobernador Julio Menchaca Salazar aseveró que “no habrá ninguna cuestión de impunidad con nadie”.
Ayer la mañana, pobladores se manifestaron en la alcaldía, donde nuevamente incendiaron colchones (como en octubre de 2022) y llantas; además, cerraron con cadenas y candados en la puerta principal y exigieron que el gobierno municipal del perredista
responda por los 61 millones de pesos observados por la Auditoría Superior de Estado de Hidalgo (ASEH). Asimismo, pidieron su destitución.
Al respecto, el morenista recordó que la ASEH ya presentó una denuncia contra la alcaldía que preside Hernández Badillo y sostuvo que “a todo se le está dando seguimiento”.
Dijo que la administración estatal se está esforzando para hacer la recuperación de recursos “mal empleados”, a través de Ley de Extinción de Dominio y el Instituto Hidalguense para Devolver al Pueblo lo Robado (IHDPR).
“Son procesos que no son tan rápidos, yo entiendo la desesperación de las personas que dicen ‘ya pasaron dos meses, tres meses’, pero acuérdense que son investigaciones, que no deben ser acusaciones sin fundamento. Y una justificada, ahí ven ustedes, hay funcionario que están siendo procesados y todavía tiene el derecho de defenderse y resolver un juez si cometieron un acto delictivo y cuál es su sanción”, agregó el mandatario.
Menchaca Salazar apuntó que el hecho de que no haya impunidad tiene que ver con someter a alguien a un proceso justo y legal; de hallarse culpable, se debe “ser inflexible con la sanción” y buscar la reparación del daño, expuso