El mes pasado me di una escapada por la ciudad de Pachuca, para realizar una breve visita al nombrado “Aeropuerto Nacional Ingeniero Juan Guillermo Villasana”. Este se ubica en la carretera México – Pachuca, km. 84.5, Col. Rovirosa, justo al sur oeste de la capital hidalguense, cerca del Museo El Rehilete y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo.
Pero antes de que iniciemos con los detalles de la visita, es importante conocer ciertos términos de la aeronáutica y un poco de historia. El primero de ellos es “aeropista” o “pista de aeropuerto”.
Una “aeropista” se refiere al área rectangular libre de obstáculos y con ciertos kilómetros de longitud y señalización particulares, pavimentada o no, utilizada para el despegue y aterrizaje de aeronaves.
El Estado de Hidalgo cuenta únicamente con tres aeropistas, siendo una de ellas la que se encuentra en el municipio de Molango, otra en Tizayuca y la de Pachuca; esta última es la única reconocida dentro de un aeropuerto, aunque este último no sea tal cual uno. Y explico…
Un “aeropuerto” es un conjunto de infraestructura, instalaciones, sistemas, equipo y personal enfocado al recibimiento y despacho de aeronaves de servicio público, es decir, mediante aerolíneas comerciales nacionales e internacionales.
Pero también existe el término “aeródromo”, el cual se define como un área asignada de tierra, destinada total o parcialmente para la entrada y salida de aeronaves, generalmente de carácter militar o sector privado. Dicho con otras palabras, un “aeropuerto” es un ejemplo de “aeródromo” pero un “aeródromo” no es lo mismo que un “aeropuerto”.
Con esto podemos responder a nuestra pregunta inicial, ¿cierto? Entonces, ¿las instalaciones ubicadas en Pachuca corresponden a un aeródromo o un aeropuerto?
La historia de la aviación en nuestro país inicia el 8 de enero de 1910, en plena efervescencia de las fiestas para conmemorar el Centenario de la Independencia de México. Fue Alberto Braniff el primer mexicano en volar un “Voisin”, avión de fabricación francesa, por los llanos de Balbuena. Este acto fue de suma importancia, porque no solo fue el primer vuelo en México sino el primer vuelo efectuado en un país latinoamericano.
Asimismo, casi un año después, otro mexicano se convirtió en el primer jefe de Estado del mundo en volar un avión. Este fue Francisco I. Madero, el 30 de enero de 1911 a bordo de una aeronave “Deperdussin”, también de origen francés.
En marzo de 1921, se pone en marcha el servicio aéreo de pasajeros, correspondencia y carga exprés mediante la Compañía Mexicana de Transportación Aérea S.A., convirtiéndose en la primera aerolínea comercial de México. Hoy la conocemos como la Compañía Mexicana de Aviación.
El destino nacional principal de la época era México – Tampico, y con ello se acondicionaron varios aeropuertos cercanos siendo el aeropuerto de Pachuca uno de ellos.
El nombre oficial es “Aeropuerto Nacional Ingeniero Juan Guillermo Villasana”, el cual adopta ese nombre en honor a Juan Guillermo Villasana López, fue un destacado ingeniero y aviador mexicano nacido en Pachuca y que participó en la reproducción de aviones y pruebas de vuelos para los primeros realizados en México.
Actualmente, la comunicación aérea tiene poca importancia para el Estado y la aeropista de Pachuca, únicamente recibe naves de corto alcance que realizan vuelos locales y particulares, es decir, que corresponde más a un “aeródromo” que aeropuerto. Sin embargo, conserva el nombre por sus funciones históricas y nombramientos.
Pero esperen, que soy una apasionada de la historia y aún no les cuento nada de la visita. Lo primero que deben saber, es que el acceso es controlado, es decir no está abierto al público, pero como este hay muchos detalles que compartir, así que los dejaré picados aquí y lo continuaremos en la siguiente narración.