Cuando nos encontramos sumergidos en algún tema de interés, es inevitable no relacionarlo con todo lo que vemos a nuestro alrededor. Particularmente, ahora que me encuentro involucrada en el mundo de la aviación, las aeronaves, los nuevos destinos y diferentes servicios se han vuelto de lo más atractivos y no hay día que no investigue sobre el tema, independientemente de mi experiencia turística.
A todo esto, el pasado viernes estuve de visita por el Pueblo Mágico de Zacatlán, en donde uno de sus atractivos turísticos es un pequeño avión y de eso va el texto de hoy.
Si conocen el lugar, habrán notado que a la orilla de la Barranca de los Jilgueros, se encuentra una aeronave la cual es conocida como “Monumento Avioneta Pueblo Mágico”. Tanto en internet como en la información que comparten los mismos anfitriones turísticos se utiliza este nombre para describirla, pero en el lenguaje aeronáutico la palabra “avioneta” no existe.
Erróneamente, se cree que la palabra “avioneta” se refiere a un avión de dimensiones pequeñas, sin embargo, no existe ninguna definición oficial por parte de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) o alguna otra dependencia que la defina; es por eso por lo que tanto los profesionales de la aviación como los aficionados, rechazamos ese término.
En tal caso, lo correcto sería utilizar únicamente “avión” o “aeronave” acompañado de un adjetivo de tamaño.
Como dato general, la palabra “avión” proviene del latín “avis” que significa “ave” que surge a mediados del siglo XIX en Francia, y que se escribe en su idioma original francés de la misma forma, pero sin acento “avion”.
En algún momento se llegó a pensar que “avion” era un acrónimo de “appareil volant imitant l’oiseau natural”, que en español se traduciría como “aparato volador que imita el movimiento natural de un ave”, aunque de eso no hay datos suficientes para comprobarlo.
Ahora bien, cuando la ciudad de Zacatlán, Puebla recibió la denominación oficial como Pueblo Mágico el 27 de abril del 2011, se disfrutó de un espectáculo aéreo, en donde la aeronave modelo Cessna 252s de la Fuerza Aérea Mexicana formo parte, misma que se rescató 7 años después, bajo un mantenimiento correspondiente, para sumarse a los atractivos turísticos de la ciudad.
Y la foto en este monumento es obligatoria, debido principalmente a que a sus espaldas se puede capturar todo el paisaje natural de la ciudad. Evidentemente, esto será cuando el clima lo permita, porque siendo un sitio que se encuentra al inicio de la Sierra Norte de Puebla, posee un clima de montaña, normalmente templado subhúmedo. En consecuencia, en esta ocasión debido a la baja neblina, nos regaló una bella foto como si estuviéramos entre las nubes, literalmente.

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