Me encuentro en Santiago de Compostela, una ciudad al norte de España, perteneciente a la región autónoma de Galicia.
Aquí los idiomas oficiales son el castellano y el gallego. Es una ciudad hermosa, con paisajes verdes y una inmensa arquitectura llena de historia. De hecho, desde el año de 1985, esta ciudad antigua, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se destaca por ser uno de los tres grandes núcleos de la peregrinación del cristianismo, junto con Jerusalén y Roma.
Por obvias razones, el emblema y la marca turista de esta ciudad, es la Catedral de Santiago de Compostela, ubicada en pleno centro histórico y cuyo nombre es en honor al Apóstol Santiago el Mayor, que supuestamente fue enterrado ahí.
çCon ello, la magnífica imagen de esta diócesis la podemos apreciar en todos los libros, folletos turísticos y “souvenirs” de la región. Y para ejemplo tenemos la llegada al aeropuerto, que es justo donde me encuentro haciendo una escala corta de camino hacia Madrid, y desde donde les estoy escribiendo este texto.
Continuando con la historia, en el acceso principal del Aeropuerto de Santiago Rosalía de Castro, podemos apreciar una gran maqueta de la catedral y alrededor del sitio también hay publicidad turística, misma que se destaca principalmente por esta imagen.
Ahora, ¡qué ganas tengo de conocer el lugar! Pero desafortunadamente mi parada aquí es corta, es decir, solo un par de horas que son suficientes para cambiar de un avión a otro sin prisa, pero escasas para salir del aeropuerto y conocer un poco la ciudad. No obstante, esto mismo es la excusa perfecta para poder regresar.
Ahora, cuando no tengo la posibilidad de salir a conocer la ciudad, sea por escala, trasbordo o visita exprés, trato de aprovechar el material que me ofrece el propio aeropuerto para darme la primera imagen de lo que tendrá la ciudad, y les explico…
Cuando pasas mucho tiempo de viaje, tiendes a visitar muchos sitios como por ejemplo los aeropuertos, si es que optas por volar; y para mí, la observación detallada de estos sitios, me sirve para darme una idea de lo que me encontraré en la ciudad.
Si hay mucho ruido, si está limpio, si hay módulos de información, si hay oferta de comida, si hay acceso a internet y si los empleados hablan solo un idioma, dos o tres y etcétera.
En el caso de mi llegada al Aeropuerto de Santiago, mi apreciación no pudo ser otra más que calidez. Las ventanillas de check-in eran pequeñas pero ordenadas, una cafetería en la entrada que ofrece comida de la región y muchas mesas, todas con una buena distancia junto a un gran ventanal, donde se aprecia la riqueza natural del entorno.
Después de pasar migración, encontrarás tiendas de recuerdos, una sala de estar VIP, sillones y mesas de trabajo sin bullicio, todo es tranquilidad. Y aunque podría escribir más a detalle cada espacio, en esencia es lo que me ha encantado, la tranquilidad. Así que pueda asegurar la ciudad y la vida ahí es igual. Espero pronto regresar para ahora si conocer la ciudad

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