En Tulancingo, la agricultura protegida, mediante invernaderos, ha tenido un incremento durante los últimos ocho meses; al pasar de 74.8 hectáreas, en septiembre del año pasado, a 93.8 hectáreas, hasta el primer semestre de 2023.
El secretario del Campo, Oscar Gabriel Vargas, a través de la dirección de Desarrollo Rural, a cargo de Fernando Flores Muñoz, informó que de acuerdo con el último censo que realizaron, detectaron 243 unidades de producción, que abarcan 93.8 hectáreas, lo cual representa un incremento de casi 20 hectáreas, en comparación con las cifras de septiembre del año pasado.
Flores Muñoz, indicó que de las 93.8 hectáreas, el 98 por ciento está destinado a la siembra de jitomate, mientras que el dos por ciento restante, es para el cultivo de hortalizas y plantas de ornato conocidas como suculentas.
De la superficie en la que siembra jitomate, el 92 por ciento está destinado a la variedad “Saladet” y el ocho por ciento restante, es el llamado “jitomate de bola”, que por su consistencia, vida de anaquel y calidad gourmet, tiene un mercado más selecto, que permite a los productores comercializarlo a un precio que va de 16 a 22 pesos por kilo.
Mientras que la variedad Saladet, agregó Fernando Flores Muñoz, su precio fluctúa entre ocho y 15 pesos el kilo.
La cantidad que los productores han logrado comercializar durante el último ciclo, es de aproximadamente 20 mil 282 toneladas de jitomate; de las cuales, el 55 por ciento tiene como destino el mercado regional y local, mientras que un 35 por ciento va a la Central de Abasto de la Ciudad de México y el 10 por ciento, es de calidad de exportación.
Fernando Flores destacó que los productores han avanzado en el uso de productos nutricionales, productos para el control de plagas y enfermedades, pero que son amigables con el medio ambiente, logrando buenas prácticas y una producción de calidad e inocuidad muy confiable para el consumidor.