A dos semanas de que una mujer cayó en una coladera abierta, sobre el bulevar Pleasanton cerca de la carretera Tulancingo-Huapalcalco, y quien resultara con fractura en un tobillo, la atarjea sigue abierta, aunque algunos comerciantes, le han colocado llantas para prevenir que algún ciclista o peatón, vuelva a caer en esta oquedad de más de un metro de profundidad.
Sin embargo, por ahora ninguna autoridad ha informado sobre este asunto. En contraste, de acuerdo con reportes ciudadanos, existen otras coladeras que permanecen destapadas, en otras zonas, específicamente, sobre la calle Pino Suárez casi esquina con bulevar Nayarit de la colonia Vicente Guerrero.
Otra más fue detectada sobre la calle Victoria, casi esquina con Guerrero en el Centro de Tulancingo.
Alrededor de 10 registros del alumbrado público, se encuentran al descubierto, en plena banqueta en ambos sentidos de la calle Allende, colonia Zapotlán de Allende, contigua al panteón de San Miguel.
Tales inconsistencias, de acuerdo con los testimonios de vecinos, tienen más de dos años, sin que las autoridades correspondientes, hagan algo al respecto y ya se han registrado varios accidentes.
Cabe señalar que esta zona es paso obligado, para las amas de casa y padres que llevan a la escuela o los traen de regreso, a estudiantes de la Prepa Dos o de la Secundaria General, número Uno.
Otras personas tienen que bajar de la banqueta para eludir estos registros abiertos, lo que también constituye en riesgo de accidente, porque es una vía de doble sentido y en ocasiones, los automovilistas, circulan a exceso de velocidad.
Los problemas -expusieron los vecinos-, se complican por las noches, ya que esta demarcación carece alumbrado público, por lo que el peligro de una caída, aumenta.

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