Por Paloma Sánchez

Dentro de la problemática de los adeudos reportados por la Comisión de Agua, Alcantarillado y Sistemas Intermunicipales (CAASIM), hay una conocida escuela pública, reveló su titular, Juan Evel Chávez Trovamala.
Aunque dicho organismo trabaja en la recuperación de la cartera vencida que asciende a 900 millones de pesos en promedio, ha sido necesario tomar algunas medidas para lograr la captación de dichos recursos públicos.
Explicó, la cartera vencida tiene varios aspectos importantes, desde aquellos que arrastran adeudos de hace tres meses a la fecha, y, otros con mayor antigüedad, por tal motivo, la CAASIM trabaja para localizar a dichos usuarios a través de programas específicos, como es de promoción de búsqueda y saldar la deuda.
El director del organismo público mencionó que el total de los ingresos que han dejado de percibir por este concepto, alcanzan los 900 millones de pesos, lo cual se traduce no solo en recursos públicos, también en programas y acciones que están pendientes por concretarse en la entidad.
Chávez Trovamala cuestionado por el adeudo generado por la institución pública de la cual no dio mayores referencias, enfatizó que el saldo negativo no es reciente, sin embargo, esto no significa que no exista presión para cubrir el pago al igual que, el resto de usuarios, ya que, la sociedad también demanda que los entes públicos cumplan con este tipo de pendientes.
Resaltó que los usuarios por servicios doméstico y comercial están clasificados reiteró, en dos conceptos: aquellos que deben de hace tres meses, cuyo monto asciende a 500 millones de pesos y, los de mayor tiempo, que significan los 400 millones.
Por el momento, la CAASIM ha clausurado 4 mil 624 tomas clandestinas, ya que esto representa una pérdida para las arcas del organismo público y el desabasto de quienes van al corriente de sus servicios; hoy, se contempla el seguimiento de 27 acciones que corresponden a 287 millones que van desde la supervisión de seis pozos y la sustitución de líneas hidráulicas como es el caso de Abundio Martínez.

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