Como resulta natural, muchas de las primeras conclusiones del ejercicio comicial del pasado 02 de junio de 2024, han descansado en la elección federal. En particular, con el hecho de tener la primera mujer que ocupará la presidencia de México.

Una vez agotada esa reflexión, se han generado los escenarios sobre la conformación de las cámaras. En ambos casos, senadores y diputados, la mayoría de los espacios estarán ocupados por Morena y sus aliados.

Pero dentro de las entidades federativas, se conformó un escenario distinto que vale la pena destacar. Es decir, creció el voto diferenciado. En este particular, y tomando como referencia el estado de Hidalgo, existen municipios que votaron masivamente por la opción de Morena en la elección federal, pero en lo local prefirieron otras opciones políticas.

Hay al menos dos pistas para entender este comportamiento. Por un lado, hay un nivel de maduración en el electorado que es capaz de discernir entre las distintas opciones, o bien, existió una estrategia de llamar al voto a la presidencia y dejar libre el camino en lo local.

Cualquiera que haya sido el caso, lo que tenemos ahora son varios puntos que ameritan análisis por separado.

Por principio de cuentas, vale la pena decir que nada supera la inercia de una elección presidencial. Ese elemento es muy poderoso y jala como imán a la participación ciudadana, politiza al colectivo, confronta ideologías, en fin.

En otras palabras, ayuda mucho al entusiasmo ciudadano una votación concurrente. Es decir, una jornada en donde coincida varias elecciones. Gracias a eso, se fortalece el involucramiento en los asuntos públicos y políticos. Es decir, en democracia éste sería el mejor escenario, un día muy cívico donde existe alta participación y variedad de ganadores.

Por otro lado, la elección de ayuntamientos se cose aparte. Ahí la plataforma partidista ayuda, pero lo más importante son los liderazgos locales. Por tanto, existe una variedad amplia de conformación de gobiernos que representa la diversidad política de existente.

Un elemento más a consideración es la paridad de género, que ahora ya es un hecho. Por fortuna, (porque el universo político fue casi excluso de hombres durante décadas), las mujeres integrarán gobiernos municipales, donde nunca antes habían tenido esa responsabilidad.

Hay que recordar que la autoridad electoral local (por acuerdo de los partidos políticos), decidieron postular en varios municipios solo a mujeres. Buscando con ello, garantizar el criterio paritario. Y éste cumplió su cometido.

Basta decir, que la conformación de ayuntamientos entre 2020 y 2024 en el estado de Hidalgo fue de 16 mujeres y 68 hombres. Como resultado de la reciente elección (y todavía con datos preliminares), se estima que 40 mujeres y 44 hombres sean munícipes en el ejercicio 2024 – 2027.

No solo eso, Morena llega a al Congreso Local con 10 mujeres de 18 espacios posibles (de mayoría). En el ámbito federal, Hidalgo votó por cinco mujeres y dos hombres para que asumieran la responsabilidad en el Congreso Federal y ganó también la fórmula al senado encabezada por una mujer (Simey Olvera Bautista).

Muy buenos tiempos se están viviendo en la representación popular donde las mujeres tendrán cargos de decisión y responsabilidad de conformar gobiernos.

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