A prácticamente 3 semanas de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, una vez más la contienda pinta para un cierre apretado, posiblemente de fotografía. Recordemos que hace 4 años, Hilary Clinton llegó a la elección con 5% de ventaja, acaso un poco más de lo que se considera como margen posible de error que se tasa en 3%; Pues bien, conocemos la historia y en ese entonces el candidato Trump, ese al que no le concedíamos posibilidad y no lo bajábamos de “mal chiste” como contendiente, supo moverse con astucia y logró lo impensado, alzarse con la victoria por sobre la delfín del saliente presidente Obama.

Hoy en 2020 la lucha contra Joe Biden luce más complicada, la mayoría de las encuestadoras dan una ventaja al demócrata de entre el 9 y 11%, sin embargo también por experiencia sabemos que los números, sobre todo de los indecisos pueden variar mucho en solo unos cuantos días. Hoy esa circunstancia pareciera estarle jugando en contra al magnate de curiosa cabellera volátil, pues uno de sus más fuertes argumentos de campaña y que le ha acarreado mayores seguidores es el mentado y famoso muro en su frontera sur, colindante con nosotros en México.

Resulta que la corte de apelaciones del noveno circuito dictaminó apenas hace unos días  que fue ilegal por parte del mandatario el uso indebido de lo que llaman “poderes de emergencia” y que se utilizaron para asignar millones de dólares en fondos para la construcción de multicitado muro fronterizo.

En una apretada decisión de 2-1, los jueces indicaron que el Gobierno de Trump incurrió en irregularidades al destinar $3,600 millones de dólares apartados para proyectos militares y cuyos fondos fueron redirigidos para programas específicos en la construcción de la estructura de nueve metros de altura, que como antes comentamos es uno de sus más importantes estandartes políticos. La sentencia obedece a los recursos interpuestos por organizaciones civiles y ambientalistas, conjuntamente con las demandas de nueve estados, entre los cuales llama poderosamente la atención la convicción y fuerza mostrada por California, Colorado y Nueva York. Recordemos que fue en 2019 cuando el mandatario estadounidense declaró “una emergencia nacional” para lograr cumplir su capricho y con ello forzar la reorientación de fondos del Departamento de Defensa en la construcción del muro fronterizo, ante la baja cantidad que se había asignado por parte del  Congreso que no quiso darle a Donald T. los  $5,700 millones de dólares que consideraba necesarios para sus planes de ampliar la valla y que finalmente solo cubriría la construcción de varios tramos por un total de 175 millas ubicadas en California, Arizona, Nuevo México y Texas, situación que de inmediato tuvo que ser suspendida en cumplimiento al fallo de la corte.

En México estaremos muy pendientes de lo que pueda acontecer ya que en estas pocas semanas podrían dar varios anuncios espectaculares para apoyo de la campaña Trumpiana entre los que podría contarse algún tipo de proceso penal en contra de un ex presidente muy afecto a las bebidas etílicas, así como a vestir con ropa militar de talla muy grande para su baja estatura, promover grandes negocios turbios con sus amigos y darle manga ancha a su mano derecha, Genaro García Luna para hacer de la seguridad nacional todo un negocio indigno y promover un brutal genocidio. ¿Será para la campaña republicana su carta más fuerte a manera de as debajo de la manga y que de paso haría historia también en México al ver por primera ocasión tras las rejas por corrupción a uno de tantos criminales ex presidentes que hemos padecido?

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