Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domésticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo…
(El Principito; Antoine de Saint-Exupéry)
Nacemos en los brazos de una madre y comenzamos a sentir. Parece inherente la necesidad de amar y ser amado/a; de encontrar la primera sensación de nuestra vida en alguien más. Gastamos al menos una quinta parte de nuestra vida buscando a la “pareja Ideal”; queriendo sentir “amor” buscando ese ideal de sentirnos en plenitud con alguien.
Relacionarse en amor con otros u otras ha pasado de ser un acto humano; a un simple hecho material y comercial. Nos relacionamos con otros u otras porque es un hecho común a mi edad y a mi género; porque nos han vendido la idea del estereotipo físico y de pareja; y cuando nos relacionamos con alguien que se acerca a esos estereotipos creemos que “es el amor de nuestras vidas”. Como esto es algo creado y no desde a conciencia y verdaderos deseos; entonces el concepto de amor se vuelve muy vano, y habrá que redefinirlo para ver si es que en verdad estamos viviendo en “amor”
El “amor” es un acto de voluntad y desarrollo de habilidades, y no un simple sentimiento espontaneo que ocurre y se mantiene así nada más.; para lo cual se requiere conocer, aprender y aplicar los elementos del amor y no solo para ser una persona amada; sino también y muy importante llegar a amar.
Como primer, fundamental y continuo elemento del amor esta la Atención. Y en efecto, sin atención no puedo conocer y si no conozco, no puedo amar. Otros elementos son: la Empatía, la Compasión, el Cuidado y el Arrepentimiento. Que son elementos en los que se basa la amistad; entonces ser amigos es fundamental para que el amor se desarrolle.
Y sumado a la amistad, los elementos carnales fluyen para que el amor se defina por completo. El deseo, la sensualidad, la sexualidad. Dar y recibir placer sexual, cuando se han sumado los elementos anteriores hacen de la relación de pareja una experiencia de gozo y sobre todo duradera.
Comienza haciendo un análisis de estos elementos en tu relación de pareja; conócelos, fortalécelos, aplícalos, pídelos. Se trata de ser feliz tú y en pareja.
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