En las últimas generaciones está pasando que, las relaciones de pareja (como las veníamos conociendo) están acabado. La idea de que el hombre conquistador enamora a la mujer encantadora, viven un tórrido romance, se casan y viven felices para siempre; cada vez se ve menos. En función a muchos aspectos entre los cuales están la liberación sexual, la liberación femenina, las nuevas masculinidades, la globalización y otros motivos. Las personas hoy en día se cuestionan si quieren tener una “pareja tradicional”.
La pareja tradicional podemos conceptualizarla como un hombre y una mujer que se gustan, se hacen novios, se enamoran, se casan, tienen hijos, forman una familia y viven en monogamia. Él, es proveedor y padre (permitiéndose una que otra aventura; ella, maternal, fiel y cuidadosa del hogar. Pero la realidad actual es que cada vez se desea menos llegar al prototipo de esta pareja ideal, y aunque pareciera que muchas personas viven así la verdad es no todas lo están disfrutando.
¿Que nos lleva a tener relaciones tradicionales cuando en realidad no las deseamos del todo? Ante todo, la tradición cultural; nos venden la idea del cuento de hadas y no lo creemos. Y por otro lado lo castigador de atreverse a formar otro tipo de relaciones.
¿Qué otro tipo de relaciones tenemos? Imaginemos que somos millones de personas que habitamos el mundo, de las cuales podemos hacer n cantidad de combinaciones no excluyentes; es decir podemos relacionarnos, hombres con mujeres, hombres con hombres, hombres con mujeres; y a su vez una misma persona se puede relacionar con varias más, que a su vez también se pueden relacionar con otras. De allí que cada relación sea única.
Ahora bien, las relaciones las tenemos que entender con y sin amor. Amar no necesariamente implica comprometerme con la persona amada. Y relacionarme en pareja no necesariamente implica amor o compromiso. Entonces con mayor razón la forma de vincularnos es muy peculiar.
Hoy en día muchas personas se vinculan desde el “no compromiso”, le llaman AMIGOS CON DERECHO. Esto lo definen como una relación basada en la amistad en la cual hay actividad sexual, pero no hay sentimiento de amor o un compromiso. Entiéndase como compromiso, la situación de crear derechos y obligaciones dentro de la pareja como lo es la demanda tiempo, exclusividad, reciprocidad, cuidado, afecto, estatus social, etc.
Estxs amigxs con derechos andan teniendo sexo como un acto de cubrir una necesidad sexual sin afectar el estatus de amistad. No hay que confundirse con las relaciones sexuales a primera vista, o eventuales. En estas el factor principal es el desconocimiento de la pareja sexual y el no interés por conocerle. Mientras que los amigxs con derechos son personas que tienen un vínculo de amistad tal vez de mucho tiempo, que se encuentran en una situación sexual sin que la relación sexual cambie su estatus de amistad.
Lo complejo en este tipo de relaciones es definir; por un lado, si la amistad está basada en la amistad en si o tiene un aíre de atracción erótico-afectiva. Y por otro lado si después de sexo, y sexo se asoman los sentimientos de amor de pareja. Es una línea muy delgada. Tienen que estar ambas partes de la pareja conscientes de sus más profundos deseos ya que “jugar con fuego” pude causar daños emocionales y hasta psicológicos.
El estar conscientes de nuestras necesidades afectivas y sexuales puede ayudar a vincularnos de mejor manera. La comunicación para con el otro o la otra de lo que realmente deseamos y esperamos es fundamental, y sobre todo la actualización constante; es decir que en el momento que los planteamientos iniciales hayan cambiado se tienen que comunicar y actualizar para no lastimar ni salir lastimado/da.