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No todo es alegría en Palacio Nacional.

Se ha capitalizado políticamente la sentencia a Genaro García Luna, el poderoso secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón de 2006 a 2012.

La resonancia contra los dos villanos favoritos de Andrés Manuel López Obrador seguirá constante por lo menos durante el actual sexenio.

Pero hay un problema:

Los grandes capos detenidos por Estados Unidos, o enviados al imperio al amparo de los tratados de extradición, allá son perdonados.

Si aquí son tolerados y pueden actuar casi libremente bajo el principio de abrazos no balazos, arriba del Río Bravo encuentran la flexibilidad en la justicia norteamericana.

Ese es el problema: llegan tras varios trámites -de detención como García Luna, traición como Ismael El Mayo Zambada o entregados como Joaquín El Chapo Guzmán-, se les inicia procesos desesperantemente largos para sensibilizarlos y luego negociar con ellos.

Ahí se les abre el camino.

COLABORACIÓN

Y PROTECCIÓN

La oferta es sencilla: colaboración y gracia, o condena y cárcel.

Esta generosidad ha alcanzado a muchos, inclusive a hijos de Joaquín Guzmán Loera, cuya sentencia de por vida del juez Brian Cogan no garantiza su permanencia cárcel de alta seguridad.

Ha colaborado y por eso sus hijos tienen mejor ambiente.

Hoy hay dos reos en puerta: Genaro García Luna Ismael El Mayo Zambada.

Los 38 años de prisión lanzados contra el ex funcionario mexicano no garantizan encierro perenne, pues en puerta tiene la oportunidad de contribuir con las autoridades estadunidenses.

Lo puede hacer por dos vías, testigo colaborador o testigo protegido.

Ya es lo primero.

Y lo segundo puede darle un beneficio adicional: reducirle a unos diez años de reclusión, de los cuales ya cumplió cinco y le restaría un tiempo similar hacia adelante, para pasar primero a prisión domiciliaria y luego libertad condicional.

Lo mismo sucede con El Mayo Zambada.

Ya expresó deseos de colaborar.

Y si arregla bien, será testigo protegido y entonces el supremo salve a México, a su clase política y a todos con quienes negoció impunidad durante más de seis sexenios, incluido el anterior.

LA GRAN

TAREA PARA

GAVIÑO

1.- No pierda de vista la llegada de Jorge Gaviño Ambriz a la Secretaría General del Seguro Social.

Tiene mucho trasfondo esta designación de la presidenta Claudia Sheinbaum y pronto, en meses a más tardar, veremos las repercusiones.

Suple a Marcos Bucio un funcionario capaz y con medio siglo de resultados en el servicio público, pero cuya carrera no ha terminado.

La semana próxima habrá noticias sobre futuras encomiendas determinadas desde Palacio Nacional, donde ahora se analiza lo realizado por él en ese tiempo, en especial de 2021 a 2024 en el Seguro Social.

Su principal logro es haber fortalecido las reservas técnicas del Instituto y dejar más de 230 mil millones de pesos en activos para asegurar las pensiones de los jubilados por lo menos durante dos lustros más.

Y 2.- uno de los puntos programáticos del gobierno de Claudia Sheinbaum es fortalecer los servicios de salud sobre todo para niños y adultos mayores.

Un modelo a seguir es lo realizado por el gobierno de Evelyn Salgado en Guerrero, donde con inversión superior a 415 millones de pesos, se han equipado instalaciones de ciudades y poblados bajo el programa La Clínica es Nuestra.

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