De aproximadamente siete mil hectáreas de tierras de cultivo de temporal, que existen en el Valle de Tulancingo, solo entre el dos y tres por ciento de éstas se encuentran barbechadas, cuando en otros años, al menos el 70 por ciento se preparaban para las siembras para el maíz, cebada, avena y frijol.
De acuerdo con la Secretaría del Campo, el municipio cuenta con total de 29 mil 840 hectáreas; de las cuales, cinco mil 200, son tierras de riego que basan su producción en alfalfa y padreas mixtas, que se utilizan para el forraje, es decir, alimento para animales.
Sin embargo, se informó que los costos de extracción de los pozos incrementan porque con las sequías, los mantos freáticos han descendido hasta 30 centímetros y en consecuencia, los pozos ahora trabajan a marchas forzadas, por lo que los desperfectos se pueden hacer presentes en cualquier momento.
Estos factores generan un incremento en los precios de los forrajes y actualmente, una paca de zacate, de 25 kilos, tiene un costo de aproximadamente 100 pesos, mientras que hasta hace un año se pagaban entre 50 y 60 pesos.
De esta manera, se explicó que en el sector agropecuario la situación es crítica por las altas temperaturas, lo cual repercute directamente en los productores, ya que sus ganancias se reducen.
En contraste, quienes cuentan con invernaderos, se salvan de estas adversidades, pues de acuerdo con la citada dependencia, en Tulancingo se contabilizan alrededor de 80 hectáreas de estos espacios, donde el clima se controla y se producen cerca de 20 mil toneladas por ciclo, principalmente de jitomate.

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