Durante ya varias semanas nuestro máximo tribunal, sus ministros y en especial sus ministras, han recibido toda clase de insultos y ataques, proliferados por una manifestación que se ha realizado afuera del edificio central de dicho tribunal.
Si bien puede considerarse como un ejercicio en su libre expresión y con ello una manifestación, es importante destacar diversos puntos que no se pueden pasar por alto, respecto de este tipo de expresiones.
En primer punto existe una movilidad de autoridades y funcionarios públicos, que desde su encargo han no solo apoyado sino enardecido esta manifestación, a través de mentiras y hechos contarios a derecho.
Es necesario considerar que nuestro máximo tribunal, dista de ser una perfección y por supuesto que tiene y ha tenido grandes errores que no solo se han demostrado, sino que a nuestro país lo han condenado por los mismos.
Sin embargo, la República Mexicano lo es por la división de poderes y la garantía del equilibrio entre los mismos en beneficio del país, motivo por el cual es inconcebible que entre dichos actores políticos, no reine la institucionalidad puesto que, ello implica que si alguno de los mismos realiza un acto contrario a la nación, los otros podrán bajo las facultades establecidas en la propia Constitución, hacer cumplir la norma y la propia Constitución.
No obstante, si aquello que se pretende es una presión para que uno de los poderes tenga una sumisión respecto de otro, es contrario a un espíritu republicano de aquello que se demuestra como la búsqueda de la creación de una ilusión republicana.
Existen resoluciones incomodas para uno u otro poder, pero ello es la esencia del equilibrio de poderes y es solo la respuesta a la democratización nacional que garantiza los derechos de todas las personas en nuestro país.
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