Un ataque de perros en la comunidad de Santiago Tezontlae contra una mujer, quien debido a las lesiones murió en el instante, es reflejo de los tantos casos que ocurren en la entidad y concretamente en Tulancingo también han ocurrido fatalidades.
Este año se han suscitado, de acuerdo con cifras de la dirección de Salud municipal, alrededor de 10 ataques, el más reciente data del pasado fin de semana en la colonia Santa María el Chico, donde un varón, de 57 años de edad, fue mordido por dos perros de la raza Pitbull, los cuales le generaron severas lesiones en extremidad inferior, por lo que tuvo que ser trasladado por paramédicos de Cruz Roja a una clínica particular.
Otro hecho ocurrió en la colonia el Paraíso donde un pepenador fue atacado por cinco perros y por poco pierde la vida.
Sobre este tema, Erika Miralrío titular de la citada dependencia que en época de celo, los canes tienen un comportamiento más agresivo, por lo hizo un llamado a la población para reportar las jaurías que principalmente se ubican en colonia, como Guadalupe, Vicente Guerrero, Napateco, Viveros de la Loma, Los Pinos, Napateco y Santa Ana Hueytlalpan, 10 de Mayo y 2 de Agosto, entre otras.
De igual manera vecinos de la colonia Francisco I. Madero indicaron a Ruta, que en cerrada de Lucerna, hay un domicilio en donde los propietarios sacan a sus perros a la calle y son agresivos, a lo que los vecinos lo catalogan como una irresponsabilidad.
Por otra parte, los ataques más frecuentes corresponden a las razas, Pitbull. Sobre este último tema, Máximo Granillo Neri quien está al frente del Grupo Canino de la dirección de Seguridad Ciudadana en Tulancingo dio un breve panorama del por qué este tipo de perros es considerado como agresivo.
Dijo que depende de la crianza y el entorno en el que se desenvuelvan, sin embargo, esta raza que deriva del cruce ente buldogs y terriers a principios del siglo 20 eran utilizados para la cacería y constantemente sostenían peleas con leones y tigres.
“Al paso del tiempo, su genética se fue degenerando y fue adoptando ese instinto de supervivencia y de dominio, aunque no por ello si se les educa en forma adecuada pueden ser dóciles, pero su sangre ya tiene esas características y en muchos casos es predominante su agresividad ya que además son bastante territoriales”, explicó.
Agregó que tienen mucha fuerza en sus mandíbulas por lo que las mordeduras de estos perros pueden ser letales.
Alejandra Ramírez, etóloga clínica experta en el comportamiento de perros y gatos y directora del centro de entrenamiento canino Perronalidad, explica que la agresividad de estas razas depende 50 por ciento de la genética y 50 por ciento del ambiente, es decir, del entorno en el que crece y la crianza que recibe.
En cuanto a la genética, el pitbull fue creado en Estados Unidos a principios del siglo XX del cruce entre bulldogs y terriers. El objetivo era crear una raza que combinara la bravura de los terriers con el atletismo de los bulldogs para ponerla a competir en el “bull-baiting”, un “deporte” que consistía en encerrar en un pozo a un perro y a un toro para que pelearan hasta la muerte.
De ahí viene su nombre: pitbull significa, literalmente, “pozo del toro”. Y según Ramírez, un perro de esta raza es capaz hasta de tumbar una vaca.
El otro 50 por ciento, el ambiente, tiene que ver con la crianza y los cuidados de los amos. La etóloga explica que un perro de raza potencialmente peligrosa debe permanecer hasta los tres o cuatro meses de vida con su madre y sus hermanos, porque cuando es sacado antes de tiempo empiezan los problemas

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