La “brazada” de cilantro, dos meses atrás, tenía un costo de entre 500 y 700 pesos; sin embargo, ayer (jueves), en algunos puestos, esta hierba aromática se pudo adquirir hasta en 150 pesos.
En un recorrido por el tianguis y la Central de Abasto Pifsal, algunos comerciantes comentaron que los precios de los perecederos, son muy volátiles.
Adolfo Hernández Fernández, tesorero de este último espacio, ubicado sobre el bulevar La Morena, explicó que estas variaciones tienen que ver con la oferta y la demanda, al igual que con los cambios de clima.
“Tuvimos una sequía de las más intensas de los últimos años. La escasez de agua, generó más gastos en las tierras de riego y en consecuencia, los productos comenzaron a escasearse”.
Otro producto básico para la cocina, son los limones, cuyo costo por kilogramo llegó a 30 pesos durante el mes de marzo.
A mediados de junio el precio osciló entre los 10 y 12 pesos y actualmente el kilo está en 15 y en ocasiones hay establecimientos en donde se venden hasta tres kilogramos por 20 pesos, pero de un día para otro hay incrementos.
El kilo de aguacate, a mediados de año, alcanzó los 100 pesos, actualmente oscila entre 62 y 65 pesos. En este caso, algunos comerciantes dijeron que este producto es traído principalmente del estado de Michoacán, pero el precio lo establecen algunos acaparadores.
La cebolla, infaltable en la cocina tradicional, su precio se encuentra en 10 pesos cuando hace meses tenía un costo de 15 pesos por kilo.
El chile jalapeño, otro producto básico, a inicios de año costaba el kilo 12 pesos, después incrementó casi al doble y ayer (jueves), en la plaza se pudo adquirir en 13 pesos el kilogramo.
Mientras que el kilo de jitomate, oscila entre 19 y 22 pesos, su precio no ha tenido variante significativa.
La mayoría de los vendedores coincidieron en señalar que el clima extremo, principalmente las sequías que prevalecieron de norte a sur en el país, han sido factor para estos altibajos en los costos de algunos productos de la canasta básica o de la cocina tradicional.

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