Las variaciones del precio del limón, tienen que ver, además del clima extremo y la escasez de lluvias, con el acaparamiento de algunos productores que controlan las ventas, informó Adolfo Hernández Hernández, tesorero de la Central de Abasto Pifsal.
Indicó que hasta hace un mes, llegaban a Tulancingo entre 120 y 140 toneladas de este producto, pero actualmente arriban 40 toneladas, las cuales tienen que distribuirse entre los comerciantes.
Agregó que, a la fecha, el kilo de limones oscila entre 25 y 28 pesos; sin embargo, a mediados de año se podía adquirir hasta en 10 pesos. Aunque, en contraste llegó a colocarse hasta en 40 pesos.
Esta situación, dijo, afecta en primera instancia a los mayoristas, pero después de la distribución, se refleja en los comerciantes en pequeño, considerando que Tulancingo, es un punto de venta muy importante.
Algunos productores de limón en invernaderos, traen este producto de “La Barranca”, comunidad del municipio Acatlán, pero el abasto no es suficiente para atender la demanda de miles de consumidores, así como de propietarios de negocios de comida.
Tulancingo, es paso obligado para camiones cargados de limón procedentes del estado de Veracruz, que llevan como destinos: Pachuca, Toluca y la Ciudad de México, incluso el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, ya que es exportado a diferentes países, especialmente a Japón, aunque también llegan unidades pesadas de los estado de Colima y Michoacán.

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