Todos, quisiéramos regresar aunque sea por un momento a nuestra infancia y disfrutar aquello que nos hacía felices.
Afortunadamente, todavía podemos encontrar a personas que su manera de ganarse la vida era divertir tanto a niños como a grandes y lo siguen haciendo.
Tal es el caso de Sabás Jaime de la Rosa Luqueño, quien a sus 67 años de edad, sigue dedicándose, como en su juventud, a realizar las suertes más espectaculares con el yoyo.
Pero detrás de este popular juguete y del entrevistado, existe una historia equiparada a un romance.
De la venta de yoyos, en forma ambulante, Sabás se convirtió en todo un artista, que lo llevó a la fama.
Supo lo que es estar ante un escenario y cámaras de televisión, ya que participó en el programa, “En Familia con Chabelo”, en uno de los segmentos de concursos.
El entrevistado, trabajaba directamente con una empresa que le pagaba por las exhibiciones que realizaba junto con otros cinco compañeros.
Así, podemos observar suertes como: La Vuelta al Mundo, Paseando al Perrito, El Columpio, La Motocicleta, El Antifaz, El Tejedor y La Torre Eiffel, entre otras.
Incluso, De la Rosa Luqueño, mostró la forma en que hay que enredar el yoyo en prácticamente un segundo.
Aunque nació en Tulancingo, vivió en la Ciudad de México gran parte de su vida y con este trabajo sostenía a su esposa y 7 hijos.
Viajó por muchas ciudades del país, incluso en avión, los buenos restaurantes y hoteles eran parte de su entorno, gracias a las exhibiciones con el yoyo.
Antes de dedicarse al manejo de este juego, se desempeñó como decorador en Televisa, por lo que estuvo muy de cerca con artistas a quienes les trabajaba también en forma particular.
Hace algunos, Jaime Sabás decidió junto con su esposa regresar a Tulancingo y se dedicó a vender yoyos en el jardín La Floresta, al igual que lo hizo en su juventud, solo que ahora acapara más la atención por las suertes que realizaban y que sorprendían, sobre todo a las nuevas generaciones.
Incluso refirió el entrevistado que actualmente, son más los adultos que adquieren yoyos.
Por la pandemia se encuentra prácticamente en receso, aunque hace desde hace tres años también labora en la presidencia municipal