Por Cristian Andrey Rangel Hernández

Han pasado 11 años de la primera edición del Black Friday mexicano, el Buen Fin, consolidando el mes de noviembre como fecha clave para el sector comercial en nuestro país.
Económicamente hablando, la estrategia de un fin de semana de “mejores” ofertas y promociones busca fomentar el consumo interno, beneficiando a más de 90 mil establecimientos en todo el país, significando una derrama económica de alrededor de 240 mil millones de pesos, generando así una inyección de vitalidad en la economía y fortaleciendo la confianza del consumidor mexicano.
Dicha estrategia de impulso al consumo, debido a los efectos positivos que genera en la economía; ha sido adoptada en otros países: Colombia con “Día sin IVA”, Brasil “Black Friday Brasileño” y Argentina con el “CyberMonday” ya que el beneficio para las empresas radica en: incremento de ventas y liquidación de inventarios, innovación en estrategias de marketing e innovación en la competencia entre empresas buscando destacar en el mercado.
Ante este escenario y sabiendo del impacto positivo para la economía, también es importante analizar las finanzas personales y cuidar nuestra economía, es decir no caer en consumismo y comprar por comprar, por tanto, les comparto dos recomendaciones a tomar en cuenta en estos días del Buen Fin.
1.- No compres lo que no necesitas, aunque es tentador adquirir todas las ofertas, es muy importante tomar en cuenta que probablemente se trate de algo que no es indispensable o prioridad.
2.- Planea tus compras, probablemente has esperado a que llegaran estas fechas para poder adquirir algún producto que necesitas, si este es el caso, investiga y aprovecha el mejor descuento en el mercado ya que cuando realizas compras planeadas no solo evitas las compras impulsivas, haces un mejor aprovechamiento de tus recursos económicos y de tiempo, tomando buenas decisiones.
Así es amiga y amigo lector, recuerda que en estas fechas, hay que comprar sólo lo necesario, lo básico, evitar cosas superfluas, tener cuidado con el lujo barato, hay que comprar lo fundamental, lo indispensable, lo necesario y duradero; considerando en todo momento el impulso a los productos nacionales.

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