Una práctica muy arraigada en México, es “bajar” un susto, cualquiera que sea la causa, con un bolillo.
Este “remedio”, incluso ha sido parte de una tradición, cuya explicación genera diversos puntos de vista, aunque de acuerdo con las entrevistas y testimonios recabados por Ruta, pasarán los años sin que quede claro si este tipo de ingesta para aminorar los sobresaltos, es mito o realidad.
José Carlos Mayoral Castro, propietario de una panadería, dijo que hay una explicación que puede tener un sustento científico.
“Cuando nos espantamos, soltamos jugos gástricos, y los carbohidratos y fibras que tiene el pan nos ayudan a inhibirlos; además, la corteza crujiente y el contenido suave del bolillo, hace que nos entretengamos al momento de masticar este pan”.
Agregó, que el bolillo es uno de los productos de esta industria más cotizado, ya sus ingredientes son muy sencillos, como: La harina, sal, agua y un poco de azúcar.
“Con tan pocos ingredientes que lleva, es difícil que tenga siempre la misma consistencia, lo que implica un reto para nosotros”.
Verónica Callejas, nutrióloga de la clínica del ISSSTE de Tulancingo y colaboradora de esta casa editorial, explicó que el bolillo entra en el grupo de los hidratos de carbono complejo, que aporta energía y fibra.
Sin embargo, aseguró que comer un bolillo para el susto, es un mito. “No hay respaldo científico donde diga que va a mejorar las condiciones del paciente de este sobresalto, ya que es cuando los niveles de adrenalina y de glucosa se pueden alterar, sin que este pan tenga algún efecto contrario”.
En este sentido, la Coordinación de Nutrición de la UNAM, destaca que después de un susto, el cuerpo reacciona ante la sensación de peligro y se prepara para luchar o huir.
De esta manera, el cuerpo segrega adrenalina y cortisol, lo que acorta la respiración, acelera el ritmo cardiaco, los músculos se contraen, se alteran los niveles de glucosa en la sangre y como respuesta al estrés, se secretan los jugos gástricos que pueden ocasionar acidez o nauseas.
De acuerdo con dicha coordinación, el bolillo funciona porque ayuda a estabilizar la glucosa en la sangre y contrarresta la sensación de “hueco en el estómago”, además de que los carbohidratos inhiben la producción de ácido gástrico.
Algunas personas entrevistadas en el centro de Tulancingo, coincidieron en señalar que el consumo de un bolillo sí aminora los efectos del susto