Brasil registró en julio pasado una deflación de 0,68 %, informó este martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
De acuerdo con la institución, se trata de la tasa más baja del Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) registrada desde el inicio de la serie histórica, iniciada en enero de 1980.
Según los datos presentados por el IBGE, en junio pasado la inflación tuvo una suba de 0,67 %.
En lo que va de 2022, el IPCA acumuló un aumento del 4,77 % y, en los últimos 12 meses del 10,07 %; sufriendo así una desaceleración tras el 11,89 % interanual alcanzado hasta junio.
El IBGE precisó que la deflación se debió principalmente a la disminución de precios en dos de los nueve grandes grupos analizados por la institución, el de Transporte (-4,51 %) y Vivienda (-1,05 %).
“La caída del 4,51 % en el grupo Transporte se debe principalmente a la reducción del precio de los combustibles (-14,15 %). El precio de la gasolina cayó 15,48 % y el del etanol bajó 11,38 %”, detalla la institución, que señala que también se registró un desplome en el precio del gas vehicular, con -5,67 %.
Asimismo, menciona que la gasolina, individualmente, aportó la incidencia negativa más intensa entre los 377 subítems que integran el IPCA.
Entretanto, el descenso en el sector de vivienda “está relacionado principalmente con la caída (en el costo) de la electricidad residencial (-5,78 %)”, indicó el IBGE.
En contraparte, los otros siete grupos “tuvieron precios elevados”, señaló la institución. Los que más aumentaron fueron Alimentos y bebidas, con 1,30 %; y Gastos personales, con 1,13 %.
actrt