La población de burros en México, es de aproximadamente 300 mil ejemplares, lo cual refleja que al igual que en otras partes del mundo, este noble animal se encuentra en peligro de extinción.
En los años 90, de acuerdo con cifras de especialistas y criadores, había aproximadamente un millón y medio de burros, pero a la fecha hay un promedio de 300 mil animales de esta especie, incluso se considera alarmante, que en tan poco tiempo se tengan estas cifras.
Los burros, son animales que forman parte del entorno rural caracterizados por ser resistentes para pesados trabajos, que implican algunas labores del campo, desde los tiempos posteriores a la conquista, hasta hace algunos años y que tienen la capacidad de aguantar sobre su lomo más de 130 kilogramos y jalar algún carruaje, remolque o carreta, equivalente a un peso de 350 kilogramos.
A lo anterior, se suman los abusos por parte de mucha gente al excederles las cargas y tratarlos con violencia, además de que desde tiempos ancestrales han sido discriminados, ya que equívocamente se piensa que son torpes al andar por su lentitud.
En contraste en México, existe un lugar donde estos equinos cuentan con un espacio donde no solo se les cuida y alimenta, sino que se trata de perpetuar esta especie con un prototipo de discriminación.
Ruta se trasladó a Otumba, Estado de México, cuya efigie es precisamente el burro y donde incluso se celebra una feria anual, en la que este animal es el protagonista.
Burrolandia, es uno de los pocos santuarios o refugios para los asnos que existen en América Latina, administrado por Raúl Flores Alfaro, quien como parte de los protocolos fungió como guía en un recorrido por este espacio.
Durante más de una década se ha dedicado a la producción y alojamiento para los burros, en un ambiente apropiado para que estos animales, algunos de los cuáles han rescatado porque eran maltratados, pero ahora se encuentran en una zona de confort.
Los burros, contrario a lo que se piensa, según tienen tal inteligencia que reconocen el rostro de una persona hasta 15 o 20 años de distancia.
Actualmente, el precio de un burro oscila entre 10 a 15 mil pesos, ya apto para el trabajo, aunque el problema es su adquisición, ya que de acuerdo con Raúl Flores, encargado de Burrolandia, habría que desplazarse a diferentes puntos del país, para conseguir algún ejemplar y a la fecha, ya no existe mucho interés por este tipo de compra.
Otro de los factores que han contribuido para que este equino vaya en extinción, es el sacrificio masivo y la compra en el mercado negro por chinos, quienes ocupan parte de la piel para la elaboración de un té, que supuestamente se emplea como medicamento alternativo para enfermedades respiratorias.
Los burros encierran una gran historia en diferentes culturas a nivel mundial; sin embargo, a México, a la llegada de los españoles, quienes traen los primeros caballos, también incluyen a los burros quienes de inmediato se acoplaron a los trabajos de las haciendas pulqueras, principalmente y a las labores del campo.
Memo, es quizás el burrito más emblemático en la historia de la humanidad, pues fue elegido para cargar a Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén. De esta manera queda muy patente la humildad de Jesús, ya que eligió a un burro y no entró en caballo.
Quizás con el tiempo solo conozcamos a estos personajes por sus apariciones en algunas cintas incluso como protagonistas de algunas historias, como: Rucio, el burro de Sancho Panza; Fandom, el Burrito Volador; Igor, de los libros de Winnie the Poo; el burro Meme, de la Película Sherk y que me dicen de Filemón, su fiel compañero de la India María y este otro muy obediente, que aparece en la película de los Tres Huastecos y que tira la carreta de Blanca Estela Pavón