Con la intención de impulsar acciones para hacer de Tulancingo un municipio incluyente con las personas discapacitadas, ciudadanos que viven de cerca esa condición de vida se han organizado para formar una asociación civil llamada Expansión Inclusiva.
Diana Esmeralda Peña Canales, presidenta de la agrupación, explicó que ésta nació por y para las personas con una discapacidad, así como para sus cuidadores. “Nace de una experiencia propia de los fundadores, que todos tienen a alguien en su familia con discapacidad, y eso los llevó a este camino, por la necesidad de hablar del tema y de sensibilizar a la población”.
“La asociación está abierta al público en general porque la atención a las personas discapacitadas es responsabilidad de todos, de la sociedad en general, de las instituciones de gobierno, de las empresas privadas, todos debemos colaborar para tener la apertura y aceptación de las personas que son diferentes, al tener una discapacidad”.
Informó que recién comenzaron una campaña de concientización, en colegios y con otras asociaciones, como es el caso del Club Rotario, a través de conferencias con el tema ¿Qué es la discapacidad?
Tienen como objetivo, dijo, fomentar el voluntariado para ayudar a las personas discapacitadas, por lo que quienes se quieran sumar, son bienvenidos, independientemente si tienen cerca de ellos o no una persona con discapacidad, ya que necesitan lazos, brazos, manos y corazones, que trabajen para hacer de Tulancingo un municipio incluyente.
Detalló que en Hidalgo hay un total de 166 mil 965 personas con discapacidad y si se suman las personas discapacitadas con las personas que presentan una limitación, la cifra alcanza los 596 mil 154 hidalguenses. “No sólo son números, sino que detrás de cada número, hay una persona, una familia, un hogar que necesita atención especial”.
“Una limitante es, por ejemplo, cuando una persona va envejeciendo y necesita un bastón o una andadera. Una discapacidad, es una condición de vida, no se cura como una enfermedad, se vive diferente, es algo que no se puede modificar, se pueden hacer cosas para mejorar las condiciones de vida, pero no se cura”.
Agregó que una de las principales acciones, es el apoyo en orientación psicológica, pues en muchos de los casos el tener o ser una persona con discapacidad genera una presión mental. “Algunas personas ven a la discapacidad como un castigo divino por algo que se hizo mal, hay otra parte que ve a las personas con discapacidad como unos angelitos que eligen un hogar para cuidarlos y no es así, no es castigo ni es elección celestial, son accidentes de la vida y todos estamos susceptibles de ellos”.
Finalmente, Peña Canales hizo la invitación para quien desee recibir o brindar apoyo, que acudan a los oficinas ubicadas en la calle Corregidora Oriente, número 203, o que llamen al teléfono 775 7525546