En Tulancingo, alrededor de tres mil personas hablan diferentes dialectos, ya sean otomí y ñhañú, y en menor medida, náhuatl y tepehua, en 12 comunidades.
Para preservar estas lenguas y evitar su extinción, la directora de Atención a Pueblos Indígenas Beatriz Manzano Nava, expresó que la pandemia ha detenido algunas actividades que ya se tenían programadas, pero a través de las clases a distancia, en los alumnos de escuelas rurales se fomenta el canto del Himno Nacional Mexicano, en dialectos.
“Se llevan a cabo prácticas para preservar lo que es el telar de cintura cuya clase se da en otomí. Y contamos con una escuela comunitaria, en la cual enseñan a los alumnos, los números, los nombres de los animales y otros significados en esta lengua”.
Agregó que para ello, implementan campañas en Hueytlalpan y Cebolletas, incluso prevén acudir a otras comunidades para poner en marcha estos talleres.
“Estamos muy compenetrados en lo que son los usos y costumbres, acatando sobre todo los protocolos para evitar contagios por Covid-19”.
Indicó que también han atendido casos de discriminación, principalmente en mujeres que han sido objeto de violencia física por parte de sus parejas, ya que al momento de solicitar asesoría en el Ministerio Público o en otra dependencia no son bien atendidas, ya que no saben comunicarse con las personas o se les dificulta.
Agregó que durante el año han atendido más de 10 casos, ya que no todos son expuestos. “Hay situaciones que algunas mujeres viven; sin embargo, no nos las comentan y en ese sentido, nada podemos hacer”