Propietarios de salones de fiestas han visto mermadas sus utilidades en los últimos años, debido a que las escuelas, principalmente de nivel básico, ya no contratan sus servicios para realizar ceremonias de fin de curso.
Los empresarios opinaron que desde la época de la pandemia, estas fechas de clausuras escolares se cayeron, pues el sector salud no permitía aglomeración de personas y una vez que se terminó la emergencia sanitaria, por la situación económica, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) recomendó realizar dichas ceremonias sin gastos ostentosos para los padres.
“Ha sido complicado para el gremio, pues antes de la pandemia en estas fechas teníamos una demanda de hasta dos clausuras diarias, hacíamos una en la mañana y otra por la tarde, había contratos donde se solicitaba una cena – baile y ahora son pocas las instituciones que siguen haciendo ese tipo de ceremonias, pues deciden ahora, hacerlo en sus instalaciones”, refirió Orlando Sandoval, empresario.
El empresario, estimó que ha sido un 85 o 90 por ciento de los ingresos que se han perdido por ese concepto, pues solo algunas preparatorias, universidades y pocas secundarias, solicitan este servicio, pues de acuerdo a los directivos de las escuelas, el costo del salón es gravoso para algunos padres de familia y más si se incluye comida o cena.
Suseth Vargas, administradora de un plantel educativo, comentó que desde hace dos años, cuando terminó la emergencia sanitaria, la SEPH exhorta a los directivos a que se abstengan de hacer ceremonias de fin de cursos costosas y que se centren en actos cívicos y culturales, por eso han decidido hacerlo en los patios o rentar auditorios como el municipal, el de la primaria “Miguel Hidalgo” o el de la secundaria “Lezama”, donde solo se pide un donativo de entre mil 500 a tres mil pesos.