Existe un remedio tradicional y que se consume desde la antigüedad para combatir resfriados y algunos problemas digestivos, éste se denomina simplemente como caldo de huesos y el secreto radica en que patas de pollo y cerdo sean cocinadas en un caldo que será muy beneficioso a la salud y que se puede consumir sin restricciones.
Este caldo como ya lo mencioné se utilizaba para mejorar en mucho los problemas respiratorios y estomacales, sin embargo, contiene aun mayores beneficios para nuestro organismo, es por ello por lo que hoy en Salud y Más les diré cuáles son.
En primera instancia el preparado se traduce en una gran fuente de colágeno siendo un gran aliado para nuestra piel, ya que, esta sustancia proteica ayuda también a prevenir y corregir las arrugas, así como a favorecer la elasticidad y firmeza de la piel. Un poder que se extiende a otras partes del cuerpo como el cabello, las uñas, los tendones o los ligamentos.
El caldo de huesos contiene sulfatos de glucosamina, condroitina y otros compuestos procedentes del cartílago, capaces de reducir el dolor que provoca la artritis, es decir, la inflamación de las articulaciones de los huesos.
Hoy en día, el ser humano está expuesto a una gran cantidad de ingredientes artificiales, productos químicos o pesticidas que pueden dañar gravemente al organismo, es por ello que este caldo ayuda al sistema digestivo y al hígado a expulsar los desechos y eliminar toxinas.
Aunque parezca un plato ligero e insustancial, el caldo de huesos tiene un poder saciante que controla el apetito y mantiene a raya la necesidad de consumir alimentos ricos en azúcar y calorías.
Su preparación es por demás sencilla, solo necesitamos un kilo de patas de pollo y tres huesos de res, una cebolla mediana, cortada, seis dientes de ajo, picados dos hojas de laurel, dos cucharadas de vinagre de sidra, agua filtrada, una cucharada de sal del Himalaya, una rama de perejil, pimienta y dos zanahorias picadas.
Poner todos los ingredientes perfectamente lavados y en su caso desinfectados en una olla para proceder a su cocción por un periodo aproximado de 90 minutos. Pasado el tiempo indicado hay que quitar del fuego y dejar que se enfríe. Con un colador, remover los huesos y vegetales ya que solo apartaremos el caldo, el cual se podrá refrigerar o congelar según sea el caso.
Para obtener sus amplios beneficios se recomienda consumirlo por lo menos una vez por semana y es para toda la familia, es por Salud y Más… hasta la próxim@.
Wow, cómo siempre muy atinado tu consejo Lulú Monroy.
Muchas gracias por tu excelente aportación.
Éxito.