En estos días hemos visto como hemos ingreso a un momento irretornable en cuanto a la pérdida del líquido vital, pero en el ámbito jurídico debemos de preguntarnos como se puede no solamente evitar sino remediar.
En tal sentido, me parece que una salida fundamental será no solamente la legislativa sino la judicial, en cuanto a la primera debemos de sostener que las normas respecto de la concesión de los pozos y el almacenamiento; así como el suministro del agua fueron realizadas hace ya bastantes años, pero en aquel tiempo si bien la protección del agua era una cuestión de importancia, hoy es primordial y con base en ello debemos de replantear nuestra legislatura.
Por cuanto hace al orden judicial debemos de señalar que la gran problemática al uso irracional del agua se ha debido en gran medida a las concesiones que fueron otorgadas a grandes fraccionamientos sin deparar en perjuicio del daño al ambiento que ello le pudiera causar.
En segundo punto, las concesiones realizadas a las empresas para la fabricación de productos como para realizar servicios sin tener en consideración ni el costo ambiental ni el costo futuro, por lo que debemos de vislumbrar un país mucho más justo en el consumo del agua, en el cual aquellas empresas que mayor beneficio obtengan del agua, mayor protección de la misma deban de otorgar y con ello mayor pago por el servicio.
Debemos de recordar que es un bien renovable pero que su consumo responsable en cierta medida es mucho más costoso que su consumo irresponsable y es a través de ello debemos de buscar que aquellos que consumen más se responsabilicen aún más de su consumo y por supuesto paguen más para evitar el desperdicio del agua.
En consecuencia, es que actualmente el derecho debe de buscar no solamente legislar sino garantizar derechos y entre ellos lo de las personas y la colectividad para la actualidad y el futuro.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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