El color amarillo es uno de mis favoritos. Lo considero un color vivaz que irradia calidez y suelo compararlo con la luz del sol o la energía que emerge de un buen momento, logrando así alegrar todos mis días.
En algunas culturas prehispánicas se consideraba como el color del sol, de la sabiduría y la buena ventura, de tal manera que en nuestros días si percibimos algo amarillo en el ambiente simplemente sonreímos, ya que es un color que transmite alegría y libertad. De ahí la foto que acompaña este texto llena de pequeñas flores amarillas.
Como dato general, el amarillo, además de ser un color primario, su uso es relevante para todos en el día a día. Por ejemplo, en muchas profesiones como mercadólogos, diseñadores e inclusive mismos empresarios, deben tener el dominio o conocimiento de la aplicación del color en los diferentes medios, ya que para la audiencia (cualquiera que sea), es fundamental la relación con las emociones y los sentimientos.
Dicho con otras palabras, la reacción de ver un color amarillo brillante, será en la mayoría de los casos positiva mientras que en una tonalidad más pálida podría representar lo contrario.
Ahora, regresando a las mencionadas flores amarillas, es muy común que en esta época nos encontremos lugares llenos de flores silvestres tales como parques, jardines, el costado de las carreteras y en algunos casos decorando las grietas de las paredes y banquetas. Este tipo de florecillas se conocen como silvestres, porque crecen de manera espontánea y nunca han sido manipuladas para su cultivo, que casualmente las encontramos en los lugares más lindos. Hasta la naturaleza sabe de la armonización de colores y su simetría.
El nombre de estas flores es “cosmo sulphurues”, pero son popularmente conocidas como girasoles, mirasol amarillo, suchipate o chuchupal, entre otras versiones. Existen de colores diversos, pero mis favoritas son sin duda las amarillas, que además de decorar y hacer más atractivo el ambiente son importantes porque atraen a mariposas y abejas que son parte fundamental para la polinización.
Resumidamente, estas flores o mirasoles amarillas son bonitas, llaman la atención y armonizan el entorno. Y representan un concepto de individualidad que tanto me encanta.
Y hace poco, pensando en que el municipio de Cuautepec necesita una activación comercial inmediata, me topé con viejos espacios que actualmente se podrían aprovechar como “lugares instagrameables”. Este término contemporáneo surge de que todo se puede hacer popularmente conocido por una foto, es decir, gracias a las redes sociales, podemos hacer de cualquier sitio “un lugar instagrameable”.
Así que, si estás de paso por mi municipio o vives cerca y no sabes que visitar, te puedo recomendar los mejores sitios para disfrutar y postear. Por ejemplo, el largo empastado cubierto de flores del Estadio Genaro López que, jugando un poco con mi carrera turística y los sitios populares de cada país, este bello paisaje veraniego lleno de flores amarillas, he decidido llamarlo turísticamente como “Champ-de-Cuautepec”, que no es más que la traducción a “Campo de Cuautepec”; esto por compararlo con picardía con París y sus famosos lugares como “Champ-de-Mars”, donde se localiza la Torre Eiffel y “Champs-Élysées”, los Campos Elíseos.
Así que no pierdas la oportunidad de visitarlo, ven y aprovecha la temporada.