Hace unos días se hizo público que parte los miembros de la Suprema Corte de la Justicia estuvieron en palacio nacional en una conversación privada con el ejecutivo federal o por lo menos con su asesor jurídico para poder hablar y tener una cooperar respecto a las reformas propuestas por el presidente.
En tal sentido, debemos de señalar que la cooperación interinstitucional es siempre una idea esencial para la gobernabilidad de nuestro país, pero ello no debe de ser obstáculo para la división de poderes, por lo que debemos de recordar que existen diversos juicios de amparo por medio de los cuales se han impugnado las reformas que fueron materia de la platica informal de días pasados en palacio nacional.
En consecuencia, es que no es contrario a derecho que una de las partes exponga de forma resumida y de manera oral sus alegatos al órgano que resolverá el juicio en comento, a lo que le denominamos alegato de oídas y cuestión que además hemos de aplaudir como una apertura de nuestro máximo tribunal.
Lo anterior claro que debemos de pensar que nuestro máximo tribunal actuará en igualdad de condiciones para todas las partes dentro del presente proceso de revisión constitucional y en consecuencia escuchará de la misma forma a los individuos que sin tener un cargo público han acudido al amparo de dicho órgano jurisdiccional e inclusive irá al domicilio de cada quejoso en igualdad de condiciones que como actuó para la autoridad responsable.
En cambio, si nuestro máximo tribunal únicamente decidiera escuchar a la autoridad responsable haría gala de una posible parcialidad y lo que es peor aún en beneficio de la parte más poderosa del juicio de amparo dado que, si existe una parte vulnerable en el juicio de amparo es claro que no es el Estado.
En contrario, se esperaría que nuestro máximo tribunal protegiera a la parte más vulnerable de un proceso no al Estado que tiene bajo su mando todo el sistema y que es su obligación garantizar los derechos de las personas.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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