En Tulancingo, la sucursal de Famsa dejó de funcionar debido a problemas financieros que el grupo empresarial presentaba desde el año pasado, especialmente durante el último trimestre de 2022, lo cual dejó sin fuente de trabajo a decenas de empleados, quienes, hasta el momento, no han tenido necesidad de acudir a la Junta Municipal de Conciliación.
De acuerdo con la oficina local, encargada de conciliar los problemas entre patrones y trabajadores, hasta el 2 de marzo no se había presentado ninguna queja o inconformidad por parte de los trabajadores de la empresa, de origen regiomontano, que se ubicaba en la esquina que forman las calles Nicolás Bravo y Molino del Rey, desde hace poco más de cinco años.
Según información del Grupo Famsa, los problemas financieros se agudizaron a finales de 2022 y tuvo que cerrar 99 tiendas, quedando en operación solo 69, en este 2023.
No obstante, en los últimos días de febrero, la firma anunció que cerró 66 tiendas, de las 69 que tenía abiertas, debido a que sus ventas sufrieron una caída del 75.3 por ciento durante el cuarto trimestre de 2022 respecto al mismo periodo de 2021, lo cual implicó una pérdida total de 147 millones de pesos.
La empresa ha informado en sus medios digitales, que se ha enfocado a que el cierre de cada tienda se haga de forma ordenada, cumpliendo las exigencias de sus arrendadores, asegurando que ha logrado celebrar acuerdos con todo el personal, para evitar problemas laborales.
El cierre de esta tienda deja vacío un local de dimensiones considerables en el centro de Tulancingo, que no cualquier empresa puede ocupar.