Uno de los cambios más trascendentes en el tema de la prisión preventiva oficiosa, ha sido sin lugar a dudas la última condena emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra México, misma que estableció la inconvencionalidad de la prisión preventiva de manera oficiosa.
Queridos lectores he escrito en múltiples ocasiones respecto del presente tema e incluso de la propia condena contra nuestro país y si bien dicha sentencia fue sustentada en un proceso penal anterior al vigente actualmente, lo cierto es que la existencia de la prisión preventiva oficiosa continua hasta nuestros días y las motivaciones para considerarla inconvencional, prevalecen hasta el momento.
Sin embargo, aquellas resoluciones que establecían una pena anticipada por medio de la prisión preventiva oficiosa, parece que comienzan a desaparecer y que los días donde se justificara la aplicación de la misma, solo en caso de ser necesario, parece que empiezan vislumbrarse en el horizonte.
Lo anterior en virtud de que han comenzado los tribunales federales, a través de diversos amparos e incluso para orgullo de nuestro Estado, a proteger a las personas y con ello prohibir la prisión preventiva oficiosa, con base en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En consecuencia, dichas sentencias han establecido la inconvencionalidad de donde se ha aplicado la figura bajo el argumento de una violación al principio de presunción de inocencia.
No obstante, no es suficiente puesto que aquello que es necesario, es desaparecer dicha figura de nuestra constitución y prohibir su aplicación de manera generalizada.
Sin embargo, hemos de señalar que incluso estas sentencias han permitido ponderar y proteger derechos, aún por encima de las violaciones a derechos humanos establecidas en la Constitución.
No tengo la menor duda que estas sentencias, serán históricas y son los pilares para un nuevo estado constitucional de derecho, que garantizará los derechos de todas las personas en nuestro país.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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