Ya sea a nivel federal o local, la principal crítica a los Poderes Legislativos se resume en su falta de capacidad para desempeñar sus funciones adecuadamente.
Para contrarrestar esta falta de credibilidad, se han planteado nuevas alternativas para que los Congresos involucren mayor participación ciudadana, transparenten sus procesos y rindan cuentas. Uno de estos planteamientos es el de la iniciativa denominada “Parlamento Abierto”, que tiene sus antecedentes en las premisas del Gobierno Abierto.
Si bien a nivel federal y local estas prácticas se han institucionalizado, como ocurrió con los Foros de la Reforma Eléctrica o la Reforma Electoral, el Congreso del estado de Hidalgo parece avanzar de forma lenta respecto a las estrategias que generen una mayor colaboración, rendición de cuentas y transparencia.
Por ejemplo, por lo que refiere a participación ciudadana, el Congreso de Jalisco tiene una Dirección de Vinculación Ciudadana y una Comisión Legislativa de Participación Ciudadana, Transparencia y Acceso a la Información Pública, además una página web denominada “Congreso Jalisco Abierto” .
En contraste, la única referencia de Parlamento Abierto, es un articulo de su Reglamento Orgánico que señala que se pueden conceder audiencias cuando lo soliciten ante el Congreso y suscribir las Convocatorias de Participación y Foros de Consulta Pública de las iniciativas de ley en la materia. Mientras que carece de mecanismos que transparenten su información administrativa, por ejemplo sus contratos por honorarios
Cuando una institución no logra cumplir sus objetivos se puede atribuir a dos razones: un diseño erróneo de la institución con relación al cumplimiento de su objetivo o al error de un individuo en particular dentro de la institución. En este caso, estamos ante la falta de un diseño institucional que responda a las exigencias de apertura, transparencia y rendición de cuentas en nuestro Congreso, que se mantiene cerrado