La baja utilidad económica y el gusto por el deporte, son el principal motivo por lo que casi 10 hectáreas de tierras de cultivos en Tulancingo, ahora son canchas de futbol que no solo han mejorado la situación económica, sino que han aportado a un mejoramiento social.
Tulancingo cuenta con un aproximado de 15 canchas deportivas, que equivalen a casi 10 hectáreas que no hace mucho tiempo, en lugar del balón, la yunta y las herramientas agrícolas eran los protagonistas, todas estas canchas están en zonas de riego de El Paraíso, San Nicolás y Medias Tierras.
Carlos Hernández Ortega, propietario de una de las canchas “Satélites”, ubicadas a un costado del SIMA, en los límites con Santiago Tulantepec, comentó que fue en el año 1993, cuando su familia se dedicaba a las actividades primarias, y por un problema en el precio de la leche, comenzaron a buscar otras opciones.
“El precio de la leche hizo difícil la situación de vivir del campo, por lo que mi actividad alterna como deportista, me impulsó a probar suerte en las canchas de futbol, destinando, con apoyo de mis padres, una parte de sus parcelas para una cancha de futbol, y comencé a enseñar a niños”, recordó Carlos Hernández.
Este cambio dijo, no fue fácil porque tuvo que invertir en el emparejamiento, quitar el pasto silvestre para colocar uno adecuado y aunque el trabajo para mantener una cancha en buen estado, es similar a cultivar una parcela, reconoció que con la cancha el ingreso es constante.
Actualmente, Carlos, junto con su familia, tiene una academia de futbol reconocida por el Club Atlas de la Liga MX, donde han salido varios talentos que si bien, no todos cumplen su suelo de ser profesionales, sí se les forja un estilo de vida saludable.
Guillermo García Flores, propietario de la cancha Fides, ubicada en San Nicolás, en los límites con la colonia La Morena, explicó que tiene alrededor de cuatro años que decidió cambiarse del uso agrícola al uso deportivo.
Él, sembraba hortalizas o granos básicos, pero mucha gente le robaba todo lo que el sembraba, situación que lo llevó a emprender en el giro del deporte.
Reconoció, que tuvo experiencias desagradables con las personas que le robaban su cosecha, pues en una ocasión que les recriminó, lo amedrentaron con un arma de fuego, lo que le llevó a pensar en cambiar el giro.
Comentó que con las canchas, al menos en su entorno, cambio un aspecto social, ya que antes en un paraje algunos jóvenes se venían a drogar y desde que puso la cancha eso se ha desvanecido, por lo que cree que es importante fomentar el deporte y crear infraestructura deportiva.
El ingreso económico más importante, dijo, es por la vendimia que realizan en los partidos, pues la renta de la cancha va de 300 a 500 y es solo los fines de semana, por lo que igual se busca que se convierta en una escuela de futbol, para darle uso toda la semana.