Se ha girado una orden de aprehensión en contra de quien fuera el líder opositor del presidente de Venezuela y quien ahora, se ha refugiado en España: Edmundo González.
No obstante, la presión internacional ha sido enfática en llamar a transparentar las elecciones y de esa manera, discernir la problemática existente dentro de las dudas y acusaciones realizadas tanto por un bando como por el otro.
Siempre he considerado que la verdad y la transparencia, es una de las formas más eficientes de evitar conflictos.
Sin duda Edmundo que hoy se encuentra en el exilio, representa una gran cantidad de venezolanos que tienen ideas diversas al gobierno, quienes tienen derecho a ser escuchados y participar en la política de su país.
Si bien existen limites a toda libertad y derecho, parece que condenar a una oposición por manifestarse y señalar lo que para ellos es considerado una elección fraudulenta o incluso por señalar vicios en la misma, es parte de una democracia.
Maxime cuando al Estado es a quien le corresponde probar la licitud de sus actuaciones y que las mismas sean tan transparentes, que no dejen tela de juicio de aquello que ha ocurrido más en un proceso electoral nacional.
Considerar que es bastante perjudicial para un país, dividirse a raíz de una elección en lugar de formar un gobierno consolidado porque los procesos democráticos si bien reflejan la diversidad de pensamiento de cada uno, tiene la finalidad de crear un gobierno plural en beneficio de la sociedad.
Parece que es indispensable después de cualquier proceso democrático la pacificación nacional en el entendido que no hay victorias ni derrotas sino la creación de una democracia plural que reviste a un país en la tolerancia.
Por tanto, es indispensable que lejos de la vía penal, se transite a una democracia transparente respecto de las elecciones en Venezuela.
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