El día de ayer, la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo en la Ciudad de México, a ‘Billy’ Álvarez, exdirectivo del Cruz Azul, que llevaba cuatro años prófugo. El empresario es señalado por su presunta responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Según las investigaciones, Álvarez Cuevas y sus colaboradores cometieron un desfalco en La Cruz Azul por más de 422 millones de pesos, aunque hasta ahora la FGR logró acreditar irregularidades por 114 millones de pesos.

Este asunto tiene distintas implicaciones que inciden directamente en el territorio hidalguense. Por principio de cuentas, la cooperativa tiene una enorme tradición en la región de Tula. Ahí la cementera tiene una planta que emplea a miles de hidalguenses, que tienen en la empresa su principal fuente de trabajo.

En aquel terruño nació, jugó y se consolidó el club de futbol que tiene tanta afición en aquel lugar. Creando una identidad que todavía persiste, aunque los resultados deportivos no siempre son los mejores.

Pero lo más importante es que esa empresa es de las contadas en el país que mantienen un esquema de cooperativa; es decir, todos los trabajadores son socios lo que representa que su involucramiento y compromiso sea mayor.

Con todos estos antecedentes, la cementera pasó momentos muy complejos desde hace años. Llegando al punto que los trabajadores tomaron la planta de Jasso en la citada región impidiendo su operación.

El conflicto tenía que ver con la falta de democratización para elegir a los dirigentes. De ahí vinieron una serie de señalamientos que esta tarde llegan a su fin al concretarse la orden de aprensión de Álvarez Cuevas.

El grupo disidente que mantiene tomadas las instalaciones tendrán que realizar una evaluación profunda sobre el estado que guarda aquel lugar que resguardaron por varios meses. Porque lo que sigue es tratar de levantar esa planta que insisto es fuente principal de empleo en aquella región.

También vendrá un juicio largo y complicado porque existieron dos momentos muy complicados que tuvieron un impacto en la vida pública. En un primer momento existió una confrontación por grupos de choque contratados presuntamente por los afines a Billy Álvarez, en donde desgraciadamente perdieron la vida algunas personas y un segundo momento donde la cementera dejó de cumplir compromisos con otras empresas que tenían contratos.

De tal manera que viene lo más difícil, levantar a la empresa al menos en la planta que se encuentra en la entidad. Ese compromiso deberá de contar con la suma de esfuerzos porque sería una desgracia que los directivos decidieran salir de Hidalgo.

Vamos a ver en los próximos días como se va configurando esta trama que todavía tiene varios capítulos pendientes con la justicia, las finanzas y los trabajadores. Lo peor que puede pasar es que la cooperativa sufra un descalabro letal dejando en entredicho esta forma de organización.

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