Por Arturo Hernández Cordero

A partir de la designación de la Ministra Norma Piña Hernández, como presidente de la Suprema Corte de Justicia a inicios de año, los cuestionamientos ciudadanos hacia el Poder Ejecutivo han ido en aumento y la confrontación de dicho Poder, con respecto al Ejecutivo y Legislativo es cada vez mayor.
En el Mitin de conmemoración de la Expropiación Petrolera, llevado a cabo el sábado en el zócalo de la CDMX, se manifestaron hechos que evidencian la desaprobación ciudadana hacia la SCJN y a su Ministra Presidente, tales como pancartas señalando corrupción e inoperancia por parte de la institución o la quema de una piñata basada en Norma Piña.
Aunque se ha denunciado violencia simbólica en contra de la Ministra Presidente, lo cierto es que Piña Hernández se ha asumido opositora en contra del Poder Ejecutivo desde antes de su designación como titular de la SCJN, y a partir del inicio de su gestión como Ministra Presidente, no ha perdido ninguna oportunidad de mostrarse contraria al Oficialismo, tanto en actos protocolarios como en el desempeño de sus funciones.
Por ello, aunque la quema de una piñata con su imagen resulta innecesaria, es comprensible que la ciudadanía comience a manifestar inconformidad hacia su figura y hacia el Poder Judicial en general.
El que se supone debería ser el máximo órgano impartidor de justicia, de carácter autónomo e incorruptible, se ha convertido a todas luces en un ente político que ha propiciado la impunidad en México.
Con Norma Piña como Ministra Presidente, la SCJN liberó las cuentas bancarias de la esposa de García Luna y de Cárdenas Palomino, concedió la libertad a Rosario Robles y exoneró al exgobernador Cabeza de Vaca.
El discurso progresista y feminista de Norma Piña, no le ha valido para evitar los cuestionamientos ciudadanos a su actitud y a la inoperancia de la SCJN. Durante mucho tiempo, el Poder Judicial, gozó de un estatus irrebatible ante la ciudadanía, pero las tendencias de sus últimos Presidentes, aunado a la inoperancia del Poder, han puesto hoy su desempeño en el debate público; como es de esperarse cuando un Órgano que debería ser neutral, adopta una postura política

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