Francisco Quijas Cruz, subsecretario de Protección Civil y Gestión de Riesgo de Hidalgo, afirmó que el derrame de combustible por fugas en tomas clandestinas hacia canales y tierras de cultivo daña principalmente las parcelas de la zona Tula, donde la actividad agraria es prioritaria.
Durante conferencia de prensa con el gabinete de seguridad, expuso que la cuantificación de hectáreas dañados por escurrimiento de huachicol está a cargo de Petróleos Mexicanos (Pemex), pues hace “la reposición de las tierras”.
“Es difícil cuantificarlo (el combustible derramado) dependiendo de la permeabilidad en las tierras”, indicó.
Igualmente, señaló, el huachicol también provoca afectaciones por escurrimiento a los drenajes, lo cual incrementa el riesgo en avenidas y domicilios.
“Nosotros hacemos recomendaciones en la vivienda para que, en caso de que se presenten algunos vapores u olores dentro de la vivienda, viertan bastante agua con jabón y hacer bastante espuma para eliminar la explosividad en tanto las autoridades hacen lo correspondiente para limpiar los drenajes”, indicó el socorrista.
Señaló que también es un riesgo para quienes compran huachicol y lo usan en sus unidades motoras, ya que muchas veces está combinado con sustancias desconocidas.
Santiago Nieto Castillo, encargado de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), afirmó que no tiene denuncias relacionadas directamente con el robo de combustible que haya dañado predios.
Asimismo, el subsecretario expuso que el número de tomas clandestina se ha incrementado bastante en Hidalgo, pues hay un aumento de cinco a 10 tomas cada día, algunas herméticas y otras comunes.
Añadió que la mayoría de los piquetes en los ductos de Pemex se hallan en Cuautepec y la región Tula-Tlahuelilpan.