Ya que entramos a las campañas electorales, y que vamos a platicar del tema los próximos dos meses, algunas de las palabras que más vamos a escuchar es el término “candidata” “candidato”, “candidatura”. El origen del término lo hallamos en el latín “candidātus”, cuyo significado era “el que viste de blanco”.
En el ritual político romano, los candidatos debían cambiar su habitual toga por una túnica blanca, con la que se exhibían públicamente para manifestar la pureza y la honradez esperables en quienes pretendían acceder a un cargo público, incluso posaban para que la gente pudiera ver sus cicatrices de guerra como símbolo de su valentía.
Esto lo traigo a colación, porque recordar el significado de las palabras, nos devuelve a su esencia. Y si en las próximas semanas vamos a ser bombardeados con altas dosis de propaganda electoral, como ciudadanía tenemos la obligación de interesarnos en los perfiles, la trayectoria, la experiencia de quienes son las y los candidatos a diputados locales y federales en cada uno de nuestros distritos y de lo que esperamos de ellos.
No olvidemos que nos toca elegir a quienes puedan diseñar presupuestos públicos y proponer leyes que brinden certidumbre y que fortalezcan a las instituciones del estado para que puedan responder ante la crisis de la pandemia y los problemas que ya arrastrábamos y a los que vendrán.
Así algunas preguntas que se me ocurre que nos pueden ayudar a la hora de evaluar a candidatas y candidatos son: ¿cuáles son los resultados reales de los cargos públicos que haya desempeñado en el pasado? ¿ha presentado una propuesta legislativa que realmente presente un diagnóstico serio de los problemas a atacar? ¿las prioridades del candidato o candidata coinciden con las preocupaciones de la ciudadanía de su distrito?
Y también para estar muy atentos, porque ante la falta de carisma o capacidad para conectar con la gente, muchas y muchos de quienes quieren llegar al Congreso van a recurrir al escándalo o las falsas promesas.
Si no vamos a tener candidatos de blanco, por lo menos que sean los mejor preparados