No hace falta ser artista, tener un cuerpazo o ser muy galán para ser un objeto de deseo. En realidad, cualquiera de nosotros puede desarrollar su potencial sexual a su máxima expresión. Los medios de comunicación quieren enfrascarnos en estereotipos perfectos, con los cuales terminamos frustrándonos y gastando energías por llegar a convertirnos en algo inalcanzable.
Esas personas que vemos andar por las calles todas afodongadas no son más que seres que no se han atrevido a sacar su sexapil. Y es que ser sexy no es tan fácil. La cultura que nos rodea nos da este doble mensaje: Ser sexoso es malo, pero no serlo también. La desigualdad de género dice que las mujeres sexosas son “fáciles” (por utilizar un término decente) mientras que a los hombres se les aplaude. Pero; un hombre se frustra por no cubrir la cuota de sexo correspondiente al típico “macho” y a la mujer casi casi se le obliga a ser muy sexi para que sea considerada una mujer”. Mensajes que limitan a desarrollar nuestro potencial sexual.
¿Que entendemos por potencial sexual? Es reconocer que nuestra sexualidad es un aspecto importante en nuestra vida y que tenemos la capacidad de demostrarlo en todas sus variantes al dar y recibir placer haciendo uso de nuestro cuerpo responsablemente.
Ahora bien este potencial sexual ya que es bloqueado por agentes externos es necesario irlo sacando poco a poco. Algo así como educarnos en estas artes de la seducción. Primero hay que entender que para dar o recibir placer intervienen tres niveles: lo erótico (la fantasía), lo afectivo (el amor) y lo sexual (lo físico). Y lo mejor de todo es que no son excluyentes estos aspectos.
El erotismo es la acción de sentirse desead@. Es abrir los sentidos propios y de otr@s para iniciar una respuesta sexual y comenzar la excitación. Así algo erótico pueden ser imágenes, música, comida etc. Que evocan esa rica sensación de placer. El vivir una experiencia erótica puede ser a solas o en compañía, basta con dejar volar la imaginación. La coquetería es una propuesta de sexo sin garantía (“La insoportable levedad del ser” Milan Kundera)
El aspecto afectivo juega un papel importante. No precisamente el amor implica placer, pero para muchas personas el compromiso afectivo da la seguridad de poder expresarse sexualmente y por lo tanto fluir en el placer. Actualmente muchas personas le tienen miedo a amar, porque les implica una responsabilidad y vulnerabilidad; y en efecto así lo es. Sin embargo las personas que se han arriesgado a amar, aun y con el desamor que implica dicen haber vivido algo muy bueno y más cuando a ese sentimiento le ha agregado el placer sexual.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te apures de la finalidad de tu amor. Amado Nervo
La parte física del placer debe ser cuidada. Muchas de las disfunciones sexuales que se presentan en hombres y en mujeres son por la falta de información del cuerpo en la respuesta sexual. Creen que ya nacemos sabiendo tener sexo y no. Hace falta conocer el propio cuerpo y el del otro género, y si es en pareja también conocer el cuerpo de la otra persona. Una persona que tiene esta información sabe cómo iniciar y llevar el encuentro sexual.
Ahora bien, estos tres aspectos como te he mencionado pueden vivirse a solas. Puedes ser sexy para ti mismo, puedes amar a alguien sin tu ser amado. Puedes incluso darte placer sexual a ti mismo. Pero imagina si juntas en un solo momento los tres aspectos. La experiencia tan satisfactoria que puede llegar a ser.
Si crees que te hace falta potencializar alguno de estos aspectos te invito a que te des la oportunidad de explorarlos. Intenta jugar a ser sensual en tu forma de vestirte, de bailar; y ve arriesgándote cada vez más hasta donde tus propios valores te lo permitan. Atrévete a dejarte llevar y enamórate al menos una vez en la vida, quemas da si después te duele. Rompe el tabú y explora tu cuerpo buscando conque y hasta donde llegas al placer. Todos los seres humanos somos sexuales y por lo tanto todos y todas tenemos ese potencial sexual.
No permitas que ningún estereotipo, o sociedad te diga que no puedes ser una persona sexual y amorosa. Lo eres y sólo tienes que descubrir hasta donde lo eres. Pero si por algún motivo sientes que de plano por más que deseas no puedes explorar ese potencial sexual, puedes acudir con un sexolog@ para que te oriente.
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