Hemos visto imágenes respecto de diversos delitos cometidos en estos días, con finales trágicos como los disparos a una cajera o incluso el ataque a un padre y un hijo en la carretera.
No obstante, ello no es una cuestión novedosa, tristemente en nuestro país. Pareciera que aquello que fue noticia, no solamente fueron los actos delincuenciales sino la violencia cometida en ellos.
Lo anterior no solamente es lamentable sino preocupante. Nuestra sociedad ha llegado al grado de pensar que es relativamente normal, que existan actos delincuenciales pero que es inaceptable la violencia dentro de los mismos.
Sin embargo, poco nos hemos dado cuenta, que considerar como algo normalizado a la delincuencia desatada, solo conducirá a mayor delincuencia y violencia.
En tal sentido, solo implica que desde la primera violación a los derechos de cualquier persona, hasta un acto ilícito y por supuesto cualquier delito, debe ser una total lucha social en pro de los derechos de las personas.
La normalización de los actos criminales y de la situación tanto de violencia como de inseguridad en nuestro país, no puede ser un común denominador de nuestra sociedad. Por el contrario, como sociedad debemos de exaltarnos y alzar la voz en cada acto y acción que reprima nuestros derechos sin importar la procedencia de los mismos.
Por supuesto que las imágenes no solamente son impactantes sino preocupantes. Pero desde el primer momento de ver una imagen de un asalto, debe causarnos indignación y hacernos reflexionar, sobre el papel de nuestra sociedad respecto de esta lucha.
Si bien no es el papel de la sociedad realizar un frente respecto a la delincuencia, si lo es respecto de las autoridades en la exigencia de nuestros derechos como lo es el derecho a la paz y la seguridad en nuestro país.
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