Uno de los hechos más significativos de la última época de nuestro país, es la lucha por la democracia y la conquista de la sociedad mexicana en las diversas instituciones, mismas que hoy son criticadas y defendidas, como consecuencia de esos derechos adquiridos y de la democracia obtenida.
Estoy seguro de al país le falta mucho para convertirse en la gran nación democrática que todos anhelamos, pero me parece que a lo largo de los años, la sociedad ha dado pasos firmes para defender no solo a las instituciones que ha creado, sino aquellas que mantiene con firme convicción.
En tal sentido, uno de los elementos necesarios para la vida democrática de nuestro país son los partidos políticos. Un sistema democrático nacional se basa en ellos, mismos que tienen una obligación en principios y normas.
No obstante, en los últimos días hemos visto una serie de ataques, tanto interna como externa que permite vislumbrar la falta de sensatez en los mismos, cuestión que lejos de alentar la vida en sociedad, la destruye.
Lo anterior en el sentido que si son aquellos que deben de presentar los cuadros que representarán a la sociedad, lo que menos se espera es que sean escogidos de forma antidemocrática.
En consecuencia, la democracia inicia desde la creación misma del partido puesto que un partido deberá demostrarlo en cualquier momento de su vida institucional.
En tal sentido, los partidos no solo deben de transparentar las elecciones de sus candidatos y candidatas sino de su vida institucional a través de un acceso tanto a la información como a los procesos, lo cual solo se logra con transparencia sobre los mismos y solo de esa forma, comenzará la transformación democrática del país.
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