A una semana de la habilitación de seis semáforos en el distribuidor vial “Tulancingo-Acatlán”, han salido a relucir algunas inconsistencias, basadas también en testimonios de automovilistas particulares y operadores del transporte público.
Los congestionamientos vehiculares son constantes, con direcciones hacia el bulevar Quetzalcóatl y sobre carril contrario, hacia el centro de Tulancingo, así como en las laterales del puente, con dirección a la Ciudad de México (CDMX) y Tuxpan.
Personas entrevistada por Ruta, adujeron que la falta de sincronización en rojo y verde, ocasiona gran descontrol.
El lapso que dura el “siga”, es de entre 25 y 28 segundos, un tiempo muy corto para que exista mayor fluidez vial.
Aunado a esto, dos de los semáforos en los cuatro puntos de esta estructura, conocidos como mandatorios, es decir, los que se ubican antes de cruzar las respectivas vías, no están aún en funcionamiento, por lo que los conductores tienen que avistar los que se encuentran a una distancia de aproximadamente 100 metros, posteriores a los cruces de la carretera federal México-Tuxpan.
Otra de las quejas más recurrentes, estriba en el poste que invade la carpeta asfáltica y que al llegar a éste, la carretera habilitada para dos vehículos se reduce considerablemente, con riesgo de que ocurra algún accidente,
En contraste, hay quienes opinan que la habilitación de los semáforos, es una buena opción para la circulación hacia los cuatro puntos cardinales.
Esta obra consta de un puente de cuatro carriles, que abarca una longitud de 460 metros lineales y en la que han destinado una cantidad 161 millones 171 mil 588 pesos.

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