A partir del lunes, cuando se dio a conocer el deceso de una mujer al interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Tulancingo, llegaron a la redacción de Ruta varios reportes sobre presuntas anomalías, principalmente malos tratos tanto a los internos como a quienes los visitan.
Ciro J.C., uno de los denunciantes, dijo que desde que los vigilantes hacen la revisión corporal, los obligan desnudarse completamente y les hablan en forma despectiva, incluso atentan contra la dignidad de las personas, pues los obligan a agacharse entre las burlas de los custodios.
“Así te quería agarrar…”, “órale cab…, alístense”. Son otras de las formas que expresan los custodios en los días de visita, agregó.
“Yo voy a ver a mi pareja y en el área del comedor solo se me quedan viendo y como que me señalan en forma intimidatoria, la verdad es que adentro no hay ley”, detalló Ciro J.C.
Julia “N”, dijo tener a su hermana recluida en este penal y dio a conocer que los castigos por parte de algunos celadores son muy extremos, pues los mandan a celdas donde los internos permanecen incomunicados durante muchas horas, sin luz y sin hablar con nadie.
También, advirtieron que algunos reclusos son extremadamente agresivos; sin embargo, no los castigan como a otros.
“Unos tienen hasta teléfono y consumen droga, pero no pueden acusarlos, porque entonces te va peor”.
“La verdad es ojalá que las autoridades hagan algo, porque pueden ocurrir más muertes como le pasó a Lupita”

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