Luego que el Concejo Interino autorizó la realización de la Feria del Suéter este fin de semana, en el jardín La Floresta a cargo de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), delegación Tulancingo, comerciantes establecidos y expositores de otras ferias temáticas, manifestaron su desacuerdo porque la situación sanitaria no es la adecuada para realizar ese tipo de eventos.
Representantes del Comercio Establecido de Tulancingo (CETU), expresaron que la mayoría de los que conforman su agrupación han manifestado su inconformidad y coinciden en que es algo incongruente, ya que por un lado se habla de que la situación sanitaria es difícil por el incremento de contagios Covid-19 y por otro, se aprueba una feria del suéter que puede generar aglomeración y la propagación del virus SARS-CoV-2.
“El martes platicamos con las autoridades del Concejo Municipal y nos platicaban de la difícil situación que se vive con la pandemia, pues estamos en semáforo naranja, pero con tendencia al rojo. Si a nosotros que somos establecidos nos están pidiendo que no excedamos más de dos clientes de manera simultánea al interior del local, en una feria será difícil el control, es un tema complicado, porque aun cuando tomen todas las medidas necesarias, es un riesgo alto de contagio, y nosotros no queremos que esto se convierta en un pretexto para que nos cierren los comercios nuevamente”, opinó Librado Morales
Rosario Cruz, también representante de CETU, reiteró que están totalmente en contra de que se lleve a cabo dicha feria, pues consideran que es ilógico y absurdo que estén haciendo esto. “Tuvimos una junta en la cual estuvo el secretario municipal con nosotros y comentamos lo ya sabido; que Tulancingo está a la alza en contagios y está feria, es una incubadora del nuevo coronavirus”.
Advirtió que de regresar al semáforo rojo, no van a permitir que cierren sus negocios porque ellos han sido responsables todo este tiempo y han implementado los protocolos sanitarios.
“No vamos a pagar las consecuencias de la irresponsabilidad de los demás sectores y de las mismas autoridades, buscaremos hablar con éstas y obtener una respuesta positiva”.
El gremio de los artesanos también manifestó su descontento, ya que varios de ellos bien podrían participar con sus prendas de lana; sin embargo, no les fue permitido porque sólo es para miembros de la CANACINTRA.
“En las pasadas elecciones todos los candidatos tomaron como estandarte a los artesanos, pero la realidad es otra, seguimos siendo relegados, solo unos cuantos son los que pueden participar, muchos de ellos por lo menos cuentan con un lugar establecido o venden productos de primera necesidad o utilitarios, nosotros no contamos con un local, no conocen nuestras artesanías. Todos tenemos derecho a trabajar, pero solo unos cuantos tienen ese privilegio”, opinó Horacio García García.
Un expositor de la feria gastronómica y del guajolote, también se sumó a las opiniones en contra de la feria del suéter, pues se había dicho que se suspendían todas las ferias temáticas desde el mes de abril y se debe de cumplir.
“Debemos tener conciencia que estamos en una etapa de contagio muy fuerte, no es un juego, hay gente que está infectada y está luchando por salvarse. Quizá los empresarios del suéter digan que tienen gastos, empleados, entre otras excusas, pero también muchos negocios pequeños cerraron, expositores de otras ferias acatamos la indicación de que se suspendían todas las temáticas y se debe respetar por salud pública”, comentó.
Eliseo Aragón, líder de los ferieros en la región de Tulancingo, comentó que su situación es diferente al ser los niños el principal sector que atienden, situación que les ha impedido trabajar desde marzo, por lo que ellos ven como un beneficio a la población que puedan encontrar ropa abrigadora a precios de fábrica en esta época de frio, pero lamentó que ellos sigan sin laborar y tengan que aguatar.
Este año sólo la feria del pan y la gastronómica, se realizaron en febrero y marzo, respectivamente, y se suspendieron la feria artesanal, feria del queso, feria de la proveeduría turística, feria de la trucha, feria del mole, la recién instituida feria de la abeja y de la miel, y sólo restaría la feria del guajolote que se realiza normalmente a finales de noviembre o principios de diciembre

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