El Día del Maestro es de conmemoración y es una oportunidad importante, para resaltar la necesidad de dignificar su profesión.
Durante años ha sido criticado por diversos sectores la lucha de los derechos laborales de los maestros, así como la loable labor que han desempeñado en nuestro país, pero poco se habla del trabajo cotidiano que realizan para mejorar a nuestro país.
En pocas ocasiones, se reconoce que son los docentes quienes desde la trinchera más alejada de nuestro país hasta la zona más poblada, trabajan por la educación de nuestra población, y que son tanto las maestras como los maestros, quienes tienden a superar aquellas brechas, que incluso el Estado no puede para lograr que los estudiantes se superar día con día.
Sin duda, han existido un sinfín de momentos en que el Estado y la sociedad, ha sido injusta con el propio docente, que en condiciones a veces precarias y difíciles, trabaja jornadas extra al preparar su clase, calificar exámenes, preocuparse por sus estudiantes y trabajar día a día, sin importar las problemáticas personales, puesto que de ellos depende el futuro de nuestro país.
No me parece nada raro, que sea a través de la educación, que la revolución de las ideas llegue a nuestro país y que tanto docentes como estudiantes, sean los primeros en vislumbrar los errores que como sociedad hemos cometido y sean tanto ellos, como sus estudiantes quienes critiquen a nuestra propia sociedad.
Estoy seguro de que la labor de las y los maestros en nuestro país, ha sido una fuerza de impulso que nos ha llevado a grandes logros, pero también debemos aceptar, las limitaciones que tienen como cualquier servidor público ante escaso tiempo y exceso de trabajo, ante una mínima paga y exceso de obligaciones.
Hoy la labor docente requiere de una participación mucho más activa, tanto de los padres como de la propia sociedad, para lograr que los estudiantes sean el futuro que todos esperamos de nuestro país.
juanfer_lm@jfg