El día naranja debe de ser un recordatoria de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, misma que debe continuar, hasta que sea erradicada en su totalidad en nuestro país.
No solamente es un día sino un cambio de conciencia por parte tanto de autoridades como de la sociedad, quienes estamos obligados a reconocer los errores del pasado y aceptar que la existencia de una cultura machista ha llevado al peligro y a la violencia hacia las mujeres a ser una realidad el día de hoy.
Nuestra sociedad sin duda, se encuentra ante una situación compleja por motivo de la violencia suscitada por la delincuencia, que a su vez genera un ambiente hostil en la propia sociedad.
Por tanto, como sociedad es necesario ser mucho más preventivo y atacar las causas de la violencia contra las mujeres.
En primer punto, las acciones afirmativas son fundamentales, pero ello es irrelevante si no se contextualizan y se socializan con las personas hacia quienes van dirigidas.
En segundo punto, no se ha establecido una campaña de prevención tanto para el machismo como para la violencia, donde no solamente se establezca una reeducación social sino se pueda partir de una nueva concepción tanto familiar como individual.
Se requiere comprender que nuestro país ha pasado por diversos procesos históricos, que han sido dolorosos pera nuestra sociedad y que han dejado huellas muy difíciles de borrar. Pero no será hasta que enfrentemos que nuestra concepción social se ha basado en una idea machista, que busquemos crear nuevos roles desde lo más profundo de nuestra población.
Por tanto, la tarea es enorme y solo se podrá lograr si todos los actores sociales, apoyamos para que nuestra sociedad sane y con ello, renazca de una forma más justa.
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